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Durante un lustro, de 2003 a 2008, la Junta y elAyuntamiento vivieron enfrentados a cuenta –entre otros puntos de fricción– del trazado del metro, de las opciones para su soterramiento y la posibilidad de que atravesara el Centro. La batalla entre las administraciones, entonces de ... distinto signo político, lastró el inicio de las obras de una infraestructura que llegó a acumular una década de retrasos. Definido el recorrido, la idea de que el metro cruzara el corazón de la capital quedó de lado ante la prioridad de que los vagones echaran a andar. Pero la 'línea 2' volvió a la mesa de debate en cuanto se confirmó el éxito del nuevo transporte, apenas diez meses después de su inauguración, cuando el exalcalde Francisco Cuenca pidió a la Junta el itinerario Batallas-Caleta. Lo reclamaron Moratalla, Torres Hurtado (bajo tierra), Francisco Cuenca, y ayer, el metro por el Centro volvió a salir a la superficie con una nueva petición del Ayuntamiento: el equipo de gobierno quiere que se incluya en el estudio sobre la movilidad que prepara la Junta.
Esta sugerencia es similar a la propuesta por el socialista Francisco Cuenca en el debate sobre el estado de la ciudad celebrado en julio de 2018. El exalcalde planteó una línea algo más corta, Caleta-Batallas por Reyes Católicos y Gran Vía. La Junta se comprometió a estudiarla, pero no hubo más que una declaración de intenciones por parte de ambos. En enero, el mando de la Junta cambió de manos y las opciones de ampliación del metro quedaron supeditadas al estudio anunciado por la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, para reordenar el transporte público metropolitano.
El plan que esbozó Francisco Cuenca y en el que ahora ahonda el PP es parecido al que rechazó el propio PP hace 16 años. Con el socialista José Moratalla se abrió la mesa de debate sobre el metro en el Centro. Los técnicos municipales formularon en febrero de 2003 alegaciones al proyecto de metro de la Junta –que contemplaba sólo una línea similar a la que ahora funciona– para proponer un trazado secundario que atravesara el núcleo de Granada por la Gran Vía, en un recorrido idéntico al que ahora contempla el Ayuntamiento. Los vagones circularían por una plataforma en superficie de 4,2 kilómetros.
Cuatro meses más tarde, el popular Torres Hurtado accedió a la alcaldía de la capital y echó por tierra la idea: pretendía que todo el trazado del metro fuera soterrado. Con el fin de iniciar las obras cuanto antes, reclamó a la Junta que comenzara a trabajar en el itinerario por Camino de Ronda. Y afeó a la administración autonómica que utilizara sus alegaciones como excusa para dilatar el inicio de la construcción.
Argumentaba el exregidor que el metro a pie de calle dilapidaría las vías céntricas y más que ser una solución de movilidad se convertiría en un estorbo para coches y peatones. La Junta defendió que los túneles encarecerían el proyecto y lo dilatarían aún más en el tiempo, a lo que el Ayuntamiento replicaba que el sobrecoste ascendería sólo al 30%. Finalmente, la 'línea 2' quedó aparcada y el alcalde logró el soterramiento en Camino de Ronda.
Con los últimos flecos del trazado aún abiertos, el alcalde prometió en la campaña electoral de 2007 un tranvía sin catenaria entre Palacio de Congresos y Caleta, que pasaría por el Realejo. En la misma campaña, su adversario Javier Torres Vela (PSOE) apostó por un metro circular por el Centro que implicaría restringir el tráfico privado. También incidió en la necesidad de ampliar la 'línea 1' hasta Atarfe, por un extremo, y a Churriana y Las Gabias por otro.
El candidato del PP logró la mayoría absoluta, pero no llegó a ejecutar el tranvía. Un año después, mientras seguían las discusiones por el trayecto de la 'línea 1', aún no se había descartado este tranvía.
Finalmente, el vehículo eléctrico quedó en el olvido para dejar paso a la Línea de Alta Capacidad (LAC). Se empezó a hablar de este modelo de transporte, en plataforma reservada pero con autobuses de combustible, en el año 2011. Se inauguró en el verano de 2014 y en otoño, con los primeros cambios tras las críticas de los vecinos, la filosofía de la plataforma reservada quedó atrás:los buses volvieron al eje Reyes Católicos-Caleta. El pasado verano, Granada dijo adiós a la LAC y volvió al anterior mapa de autobuses.
Cuenca y ahora Díaz han despertado de nuevo la idea de la 'línea 2', incluida en el programa electoral del PP y compatible con la idea de Ciudadanos de ampliar el metro. Serán los técnicos quienes determinen la viabilidad del proyecto.
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