Lourdes y su pareja, Juanma. IDEAL

«No me puedo creer que después de dos años el covid nos deje casarnos»

Lourdes y Juanma iban a casarse el 15 de mayo de 2021 en la Abadía del Sacromonte, pero las restricciones les obligaron a cancelar la boda

SARA BÁRCENA

Domingo, 17 de abril 2022, 00:27

La pandemia por coronavirus no ha dejado indiferente a nadie. Ni al amor. Son tantas las parejas que después de llevar uno o dos años preparando el día más especial de sus vidas, se han visto obligadas a cancelar la boda… Aplazar la reserva en el restaurante, conseguir que el fotógrafo guarde la señal para más adelante o reducir el número de invitados son solo algunos de los obstáculos a los que se han tenido que enfrentar. Y, lo peor para muchos, elegir una nueva fecha sin tener la seguridad de que vaya a ser la definitiva. Incertidumbre absoluta, caos.

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Es exactamente lo que han vivido Lourdes y su pareja, Juanma, dos granadinos que iban a contraer matrimonio en mayo de 2021 y que tuvieron que cancelar su boda por las restricciones. Los dos son de Peligros (Granada) y tienen 33 años. Se conocen desde pequeños, vivían en el mismo barrio y eran amigos, hasta que surgió el amor. Ahora, llevan juntos 15 años y están deseando casarse, especialmente después de que la pandemia echara a perder su gran día.

«Nos íbamos a casar el 15 de mayo de 2021, pero en febrero llegó la ola más gorda, con cierre perimetral, toque de queda, aforo reducido y límites horarios en hostelería. No podíamos celebrar un día tan importante así y, con todo el dolor de nuestro corazón, decidimos que lo más prudente era atrasarla», lamenta Lourdes.

Estos dos peligreños empezaron con los preparativos de su boda en verano de 2020, pensando que en 2021 ya no habría tantas limitaciones. Se casarían por la tarde en la Abadía del Sacromonte y después irían a cenar al restaurante Jardines de Siddharta, en Huétor Vega. Contaban con 180 invitados, habían contratado a un fotógrafo y el vestido de la novia estaba listo para salir a escena. Tenían todo planeado, hasta que los contagios se dispararon y entraron en vigor nuevas restricciones. Entonces, la boda se empezó a desmoronar; la pareja, perdía la esperanza.

Adiós a la boda

«Tuvimos que empezar a recortar invitados, hacer cena era un problema y no tenía sentido celebrar así el día más importante de nuestras vidas»

Lourdes Sánchez

La novia

Ambos tenían claro que querían una ceremonia de tarde con cena, pero enseguida se convirtió en un problema porque los restaurantes cerraban «demasiado temprano». También tuvieron que recortar el número de asistentes. Era obligatorio guardar la distancia de seguridad entre comensales y no había más opción que prescindir de algunos invitados. «¿Realmente es esta nuestra boda soñada? ¿Sin todos nuestros amigos, sin algunos familiares?», se preguntaba la novia, frustrada al ver que el coronavirus iba a «fastidiar» todo por lo que tanto habían luchado. Y así fue. Apenas tres meses antes de la señalada fecha, boda cancelada.

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11 de junio de 2022, «el gran día»

Un año después de tomar la decisión más difícil de sus vidas, Lourdes asegura estar «nerviosa perdida» porque todo apunta a que el 11 de junio de este 2022 será «el gran día». Al igual que muchas otras parejas, la pareja por fin podrá darse el «sí, quiero». Eso sí, con algunos pequeños cambios. Ahora, la ceremonia se va a celebrar en San Ildefonso porque la Abadía ya no estaba disponible, aunque Lourdes insiste en que «el lugar es lo menos importante». «Nos casamos, da igual dónde, pero nos casamos», dice nerviosa.

Lo cierto es que ninguno de los dos tenía una fecha concreta entre ceja y ceja. El único requisito era que no fuese verano por el calor, pero no les importaba casarse incluso en septiembre u octubre. «Con que no llueva, me doy por satisfecha, porque la cena sigue siendo en Jardines de Siddharta y queremos disfrutar del exterior», señala.

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Más invitados

«Hemos pasado de tener 180 invitados a 230. No queríamos tener que prescindir de nadie y ahora podemos celebrar la boda todos juntos»

Lourdes Sánchez

La novia

Además, después de haber hecho cuentas, la lista de invitados va ya por 230. Los amigos serán entre 60 y 70 y las familias de ambas partes son grandes, aunque «siempre suele haber alguna baja». En cualquier caso, Lourdes y Juanma podrán reivindicar su amor junto a todos sus seres queridos sin miedo a que el covid lo estropee, ya que «ahora incluso los positivos asintomáticos pueden no aislarse».

Por otro lado, el restaurante les ha puesto muchas facilidades y el fotógrafo también. Y aunque las flores aún no las tenían contratadas y ha habido que hacerle algunos «arreglillos» al vestido de novia, ahora ya está todo preparado para que esta pareja de Peligros pueda contraer matrimonio. Él parece estar más tranquilo, más sereno, pero ella repite que está «de los nervios».

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«He oído que muchas parejas han perdido el dinero del banquete o de las flores, pero no es nuestro caso. La verdad es que hemos tenido mucha suerte y al final todo va a salir bien. ¡Todavía no me creo que nos vayamos a casar!», ríe la novia. Y es que, esta vez, parece que todo va según lo previsto. Después de casi dos años preparando la boda, Juanma y Lourdes por fin van a ser marido y mujer. El 11 de junio será «el gran día».

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