Nuevos retrasos por el «mal tiempo del lunes» y por problemas de tripulación

Todo comenzaba este pasado martes con el vuelo que partía de Palma hacia Granada a las 11.10 horas. En lugar de salir en el horario previsto, los pasajeros tuvieron que esperar más de hora y media para despegar. Esto provocó que el avión que regresaba de Granada a Mallorca también tuviera un retraso de otra hora y media, aproximadamente. De ese modo, acabó saliendo de la ciudad andaluza a 14.43 horas en lugar de a las una y cuarto, como estaba previsto inicialmente.

Muchos de los usuarios de estos vuelos utilizaban la página web de Vueling para ir conociendo con la máxima celeridad posible los cambios que podían atravesar los aviones que iban a coger. Ahí pudieron ver los distintos retrasos que el viaje de Mallorca fue padeciendo durante la jornada, donde también se señalaba la causa de estos cambios: motivos operacionales.

La misma causa señalaban a este periódico desde la propia compañía, quienes explicaron a qué se referían con esta expresión. Según su discurso, la tripulación de estos viajes tiene un tope máximo de horas de vuelo que puede realizar al día. Cuando se excede esta cifra, bien sea porque un vuelo que han tomado ocupe más de lo previsto o que cualquier inconveniente cambie su planing de trabajo, estos empleados no pueden realizar ningún otro viaje. Cuando esto sucede, la solución que se suele implantar desde la compañía es retrasar el vuelo a la espera de enmendar la situación buscando una nueva tripulación o reubicando a los pasajeros en otros vuelos. Pero si todo esto sucede cuando empieza a hacerse de noche y no es posible continuar con el vuelo por los inconvenientes de la oscuridad o por el cierre del aeropuerto de destino, se puede llegar al desvío a otro aeródromo o, incluso, a la cancelación del viaje.

El vuelo que debía salir de Barcelona con destino a Granada a las 20.30 horas también atrasó su horario de salida. Mientras que a primera hora de la tarde cifraban la demora en una hora y media, finalmente señalaban las nueve y once minutos como el horario final al que llegarían los pasajeros al aeropuerto granadino.

El cuarto y último vuelo con retrasos de esta aerolínea cubría la ruta inversa. El avión con la salida prevista desde Granada para las 22.45 horas atrasó su despegue hasta pasada la medianoche, a las 00.20 horas, media más tarde de lo programado. Por ello, la llegada de los pasajeros a la capital catalana se atrasó este mismo intervalo de tiempo.

Tanto éste como otros retrasos producidos de menor envergadura que los anteriormente descritos -como que el que volaba a París destino Granada a las 17.55 horas, que salía veinte minutos más tarde- se han producido -según la versión de la compañía- por el mal tiempo de este pasado lunes, que ya dejó varios vuelos cancelados y desviados.

Según explican desde Vueling, cuando se producen inconvenientes meteorológicos se deben modificar los horarios de los vuelos para adaptarlos a las nuevas condiciones y, en el caso de que no permitan el tránsito de los mismos, cancelarlos. El intenso mal tiempo que se encontró en gran parte del territorio español durante el lunes ha provocado una «resaca» cuyas consecuencias aún coleaban este martes y varios retrasos en viajes de Granada, aunque, según Vueling, «insignificantes, de cinco o diez minutos».