AVE de Granada
Los obstáculos que retrasan 33 minutos el AVE de Granada a MadridTramo a tramo ·
IDEAL analiza el trayecto entre Andaluces y Atocha, que no cumple los tiempos prometidos cuando se inauguró el servicio en 2019
AVE de Granada
Los obstáculos que retrasan 33 minutos el AVE de Granada a MadridTramo a tramo ·
IDEAL analiza el trayecto entre Andaluces y Atocha, que no cumple los tiempos prometidos cuando se inauguró el servicio en 2019La llegada del AVE curó una herida abierta durante 40 meses, los casi cuatro años de obras en los que a la estación de tren no llegaron trenes, sino autobuses. La inauguración del servicio rápido, el 25 de junio de 2019, fue un alivio para ... Granada, que quedó conectada con Madrid en «un tiempo de viaje entre las 3 horas y 5 minutos y las 3 horas y 19 minutos». Aquellas tablas horarias anunciadas por Renfe son hoy papel mojado: todos los servicios que circulan entre Andaluces y Atocha, sin excepción, completan el trayecto en un tiempo muy superior al prometido. En uno de los trenes, el retraso alcanza los 33 minutos.
Publicidad
Desde la inauguración hasta hoy han pasado casi cuatro años, con una pandemia que obligó a romper la parrilla de horarios, el estreno de los Avant con Málaga y Sevilla, el inicio de obras en la línea entre Córdoba y Madrid y la construcción de una nueva estación -Antequera Alta Velocidad- a mitad de camino. Dentro de este cóctel están los motivos técnicos y económicos que explican que un tren que tiene tanta potencia como en 2019 y recorre la misma distancia que entonces tarde hasta media hora más en llegar a su destino. Pero todo se puede resumir en que en Antequera hay un doble obstáculo que lastra a los trenes de Granada.
IDEAL ha comparado las tablas horarias de 2019 y las actuales, ha contactado con Renfe y Adif y ha preguntado a fuentes internas por los motivos del incremento en el tiempo de viaje. El punto de partida es una evidencia: según la parrilla de llegadas y salidas de Renfe, los trenes tardan de media 20 minutos más en llegar hasta Atocha. Es un bocado notable al cronómetro, si se tiene en cuenta que es un medio de transporte que promete rapidez y puntualidad. Por dimensionar la cifra: es casi el doble de lo que ahorrará la futura variante de Loja, que costará más de 800 millones.
El servicio más perjudicado es el de media tarde. En 2019 salía de Andaluces a las 15 horas y hacía entrada en el andén de la planta baja de Atocha en apenas 3 horas y 5 minutos. La pandemia y los posteriores reajustes por los nuevos trenes, además del estreno de la parada en Antequera Alta Velocidad, obligaron a cambiar el horario de salida. Ahora parte a las 15.33 y llega a destino a las 19.11, en un viaje que se alarga hasta las 3 horas y 38 minutos. Son 33 minutos más que hace solo cuatro años.
Publicidad
Noticia Relacionada
Ni Renfe -responsable de los trenes- ni Adif -que gestiona la infraestructura y regula el tráfico- ofrecen una explicación concreta sobre este retraso, que se ha ido diluyendo entre la batería de cambios que ha experimentado el servicio desde su inauguración hasta hoy. Renfe asegura que es Adif quien determina a qué hora debe pasar cada tren por las paradas. Y Adif argumenta que esos tiempos se deciden entre ambos y que es Renfe quien decide aspectos que afectan a la duración, como las paradas intermedias o el 'enganche' de trenes.
Del análisis minuto a minuto del trayecto se desprende una explicación, más precisa y corroborada por fuentes internas: la doble parada que hacen los trenes en Antequera ha robado los 33 minutos al reloj. Una de ellas es nueva. A finales de enero, la ciudad malagueña estrenó por fin la estación de Alta Velocidad, que evita a los antequeranos un trayecto de 20 kilómetros en coche para llegar a la estación de Santa Ana. Esta detención, en teoría, solo araña un par de minutos al tiempo de viaje, como sucede con otras paradas intermedias como la de Loja.
Publicidad
2 Minutos
Los trenes se detienen habitualmente dos minutos en cada parada. En Antequera Santa Ana pasan más de diez minutos en algunos casos.
El problema llega en el siguiente andén, el de Santa Ana. Cabría pensar que, una vez que los trenes dejan y recogen a pasajeros en la estación de Alta Velocidad, situada en el núcleo urbano, no tiene sentido detener las máquinas apenas 20 kilómetros después en una terminal a la que solo se puede acceder en coche. Pero la lógica de Renfe es distinta.
La empresa justifica la parada en Antequera Alta Velocidad: da servicio a los pasajeros de Antequera, que aún no cuentan con trenes de media distancia aunque tienen su espacio reservado en la terminal. Así, los trenes con origen o destino Granada nutren a esta estación, en la que los AVE y Avant cubren un tipo de servicio que en realidad correspondería a vehículos de media distancia.
Publicidad
Sobre la segunda parada, la de Antequera Santa Ana, el motivo es puramente comercial. Por su situación geográfica, en la estación se cruzan las vías que proceden de Algeciras, las que llevan hasta Granada, las vienen de Málaga y las que conectan por Córdoba -y a su vez, con Sevilla y Madrid-. Es, en definitiva, un nodo de intercambio de pasajeros, lo que permite a la ferroviaria ofrecer billetes combinados.
Hay una segunda razón para mantener la parada en Santa Ana: el acoplamiento. Renfe -sacudida esta semana por el escándalo de los trenes de Asturias y Cantabria, que ha obligado a su presidente a dimitir- es una entidad pública, pero compite en un mercado libre en el que ya hay otras dos compañías con las que comparte la red ferroviaria. Como empresa, busca la rentabilidad en aquellas rutas que no son subvencionados por el Estado, caso de los AVE Granada-Madrid. Una opción permite optimizar recursos, ahorrar -término que no mencionan fuentes oficiales de Renfe- con solo una maniobra técnica: enganchar y desenganchar trenes para que circulen en 'composición doble'.
Publicidad
En sentido Madrid, los trenes salen de Granada y en Antequera Santa Ana se 'enganchan' a trenes que proceden de Málaga y van camino de Atocha. A la inversa, los trenes de Málaga y Granada que parten de Madrid salen unidos y se dividen en Antequera Santa Ana para dirigirse a sus estaciones de destino.
Antes de los cambios, solo dos trenes de la relación Granada-Madrid circulaban así, en doble composición, según fuentes oficiales. Ahora, cinco de los seis -se libra el más rápido, el que completa el trayecto en 3 horas y 30 minutos- recorren el trayecto entre Madrid y Santa Ana acoplados a los que tienen origen o destino en Málaga.
Noticia Patrocinada
El hecho de que circulen 'pegados' no altera el tiempo de viaje. El retraso llega en la maniobra de acople y desacople que se desarrolla en el andén de Santa Ana. Mientras las paradas habituales duran dos minutos, esta operación alarga la espera -según las tablas horarias de Renfe- entre cinco y trece minutos. La realidad, según fuentes internas, es distinta: los trenes pasan como mínimo diez minutos parados, llegan más lentos a la estación, y suele haber ajustes técnicos que obligan a alargar aún más la detención. IDEAL pudo comprobar el pasado martes en Antequera Alta Velocidad que es habitual que haya retrasos -diez minutos en el tren que debió llegar a las 10.10- en los tiempos previstos por Renfe.
«Se estima un tiempo a la maniobra de acople que no es el que dura. Los trenes salen tarde de Antequera Santa Ana. Al concederle más tiempo durante el trayecto, llegan a la hora prevista», explican estas fuentes. Aseguran, además, que este ahorro no es una cuestión de personal: hay capacidad suficiente para recuperar los horarios previos a la pandemia.
Publicidad
No hay impedimentos técnicos, en definitiva, para que Renfe y Adif acuerden retomar los 'trenes rápidos' previos a la pandemia: bastaría con negociar esos horarios, eliminar las maniobras de enganche para que los trenes viajen en composición simple y suprimir una de las dos paradas intermedias en Antequera. Es Renfe quien debe tomar estas dos últimas decisiones. Como mínimo, en el escenario más lento, esto permitiría rascar unos 21 minutos al cronómetro. Beneficiaría a los viajeros granadinos; otra cosa es que interese, en términos económicos, cerrar la nueva herida abierta cuatro años después del estreno del AVE.
Hace una década, el Gobierno manejó un cuadro en el que aparecían los tiempos de viaje estimados entre Granada y Madrid. La mejor opción, con los trenes esquivando el tramo en el que tienen que frenar para pasar por un túnel del siglo XIX, contemplaba un trayecto de 2 horas y 40 minutos. En diez años, el tren se ha dejado 50 minutos por el camino. La Variante de Loja evitará ese 'frenazo', desde los más de 300 por hora que pueden alcanzar los trenes de alta velocidad a los 60 en el entorno de Loja. Estará acabada entre 2026 y 2028 y costará alrededor de 800 millones. La infraestructura ahorrará alrededor de diez minutos. Además dará más capacidad a una línea que en la actualidad, según la Declaración sobre la Red elaborada por Adif, está saturada: solo tiene capacidad para que pasen seis trenes más. El tramo en vía única, que obliga a los trenes a detenerse si se 'cruzan', también obliga a hacer pequeños parones en la marcha.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.