Olona asegura que tiene una «deuda» con Andalucía pero no aclara si la alcaldía de Granada es su objetivo

Desde entonces se ha especulado mucho sobre su vuelta y ha provocado una crisis interna en Vox. Hasta ahora no había hablado, pero, en medio del huracán que ha desatado su deseo de regresar a la primera línea de la política en Vox, Macarena Olona (Alicante, 14 de mayo de 1979) ha concedido al diario ABC una entrevista desde Panamá, donde ha viajado para promocionar el arte andaluz por la deuda que dice tener con la región por la que fue candidata.

Tras pasara por Granada para ofrecer una conferencia en la Facultad de Derecho que provocó altercados en la puerta entre detractores y seguidores, su próxima parada será una nueva conferencia jurídica en la Universidad de Murcia y, después, la reunión con Santiago Abascal que decidirá su futuro.

Sobre su proyecto, Olona asegura en la entrevista que «se están anticipando unos pasos que todavía no he dado en el camino que estoy recorriendo. Lo primero que se tiene que producir es esa conversación entre Santiago y yo. Esa conversación de tú a tú en la que desde luego tendremos que ver si podemos seguir caminando juntos, por Andalucía y por España».

Añade que en este hipotético regreso a primera línea no concibe «una forma distinta a que Andalucía no se sienta traicionada». No será regresando al Parlamento Andaluz, pues aclara que «eso es imposible legalmente». Los rumores hablan de que su idea es convertirse en aspirante a la alcaldía de Granada por Vox. Cuestionada por este asunto, su respuesta no abre ni cierra ninguna puerta:

-Dicen que ya ha transmitido a Abascal, por una tercera persona, que su deseo sería ser candidata a la alcaldía de Granada. ¿Es cierto?

-No. Estoy analizando. Desde la distancia y desde la absoluta calma que me da el saber que mi camino tiene un rumbo muy fijo y que tengo ya una decisión absolutamente tomada. Pero por respeto a Santi, será Santi quien la conozca de primera mano. No puedo negar que se puede interpretar que estoy lanzando la posibilidad de volver a primera línea política. Y podría hablarte del linchamiento que se produce cuando yo anuncio que pido la reunión. Imagínate si yo hubiera tenido cáncer, si los peores diagnósticos se hubieran cumplido. ¿Cuál sería el relato sobre mí en este momento? Pues resulta que no es cáncer, que es un problema relacionado con tiroides. ¿A qué se debe este linchamiento? ¿Tengo que pensar que algunos vieron la enfermedad como una oportunidad extraordinaria para sacarme de primera línea, de escena?. ¿Y que ahora, cuando hay una posible vuelta, hay que poner en marcha la trituradora de carne?.