El organizador del ataque a Vidal-Quadras se crio en una comuna hippie de la Alpujarra

Según fuentes a las que ha tenido acceso este periódico, su madre falleció durante el parto y del padre no se sabe nada. Fue criado por un judío, natural de Israel, que quiso acogerlo al conocer su situación de vulnerabilidad. Creció con él en Beneficio, un poblado en el que residen varios cientos de personas de diversas nacionalidades. Los tipis, tiendas cónicas originarias de los pueblos indígenas de las grandes llanuras de Estados Unidos, y las yurtas, tiendas circulares utilizadas por los pueblos nómadas de Mongolia, se mezclan con cabañas de madera, piedra y cemento, e incluso con alguna de paja. No faltan los huertos y, por supuesto, la máxima de «paz y amor». Todos tienen cabida allí. La evolución del detenido es llamativa: fue criado en esta comuna por un judío y actualmente es un musulmán radical chií, tal y como apunta la investigación.

Por la cercanía con Órgiva, el detenido siempre se dejó ver por este pueblo. Los vecinos más mayores no lo recuerdan, pero varios los jóvenes saben perfectamente quién es. Al conocer la noticia solo pueden repetir una idea: debe ser un error. «Lo habrán utilizado para ganar dinero fácil, es una buena persona, un chico simpático y apañado. Normal y corriente. Nunca se metía en peleas, no es agresivo», cuenta un joven vecino. Pese a que el arrestado se crió en el poblado hippie, siempre estuvo perfectamente integrado en el pueblo. «Si lo ves por aquí andando te parecería el más bueno, siempre bien vestido y educado», relata otro conocido.

Al llegar a la veintena, los gustos de N. G. eran similares a los de cualquier chico de su edad. Aficionado a los ordenadores, los que le conocen cuentan que solía ser muy ávido con las nuevas tecnologías. Fiel amante de los coches, conducía vehículos de alta gama, como un Chrysler Crossfire o un Maserati. El ocio nocturno era otro de sus hobbies, con escapadas, por ejemplo, a Ibiza, el paraíso de la fiesta. «La última vez que lo vi estaba en el aeropuerto para viajar a esta isla con su novia», cuenta otro vecino de Órgiva.

Por otro lado, se le solía ver con su pareja -que también ha sido detenida y cuyas iniciales son S.B.- pidiendo comida en cualquier negocio del pueblo. «Hace apenas una semana pidió una brocheta, que le gustaban a su novia, y nunca la recogió. Él no comía carne», cuenta el trabajador de un negocio de hostelería. Más estricto con la alimentación era el padrastro del detenido, judío practicante, que jamás mezclaba carne con lácteos, al ser una prohibición expresa de la Torá. A este hombre le perdieron la pista hace bastante tiempo. Al detenido también, aunque no había ido muy lejos. Se encontraba en Lanjarón, situado a escasos veinte minutos de allí, desde el pasado año.

Por otro lado, la actividad laboral del detenido y su pareja coincide en los últimos años. Ambos formaban parte de una misma empresa, con domicilio social en Denia (Alicante), que llevaba seis años sin actividad alguna, según fuentes consultadas. El negocio se dedica, supuestamente, a «asesorar a personas perjudicadas en fraudes y malas prácticas en el sector financiero». Se comprometen a ayudar a víctimas de estafas y negligencias en materia de pensiones e inversiones. La empresa estaría a nombre de la madre de ella, una británica que, al parecer, mantiene una estrecha relación con la pareja, puesto que ella fue la que alquiló el piso en el que ambos vivían cuando fueron detenidos.

Fuentes cercanas a la investigación detallan que N.G. contrató a A.R, el tercer detenido en Fuengirola (aunque es natural de Mijas), para que adquiriese el vehículo a su nombre a cambio de 500 euros. Descartan también que el granadino fuera el conductor de la moto en la que huyeron los implicados cuando se cometió el atentado.

Los tres detenidos pasarán este viernes a disposición del juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge. Asimismo, Alejo Vidal-Quadras ha recibido el alta hospitalaria dos semanas después de ser operado del disparo en la cara en Madrid que le causó heridas en la mandíbula, según ha informado el Hospital General Universitario Gregorio Marañón.