El paraíso de los amantes del pinball está en Granada: «Tenemos más de 75 máquinas»

En la actualidad no solo no son tan populares, sino que es poco frecuente dar con estas máquinas que hace tiempo no faltaban casi ningún lugar: bares, pubs, recreativas, billares… Sin embargo, en un pueblo de Granada hay un rincón que podríamos denominar como el paraíso de los 'pinballeros'. Se trata de Pinbállica, una asociación sin ánimo de lucro de amigos del pinball ubicada en la calle Torre de Chauchina.

«Llevábamos mucho tiempo con la idea de montar una asociación así y en 2021 compramos un local y empezamos trabajar en él», explica a IDEAL Manuel Beltrán, presidente e impulsor de Pinbállica junto a José María Puertas, su socio. Tras un año de trabajo, el 2 de abrirl de 2022 pudieron abrir sus puertas por primera vez y ofrecer a todos sus visitantes su amplia colección de máquinas de pinball.

«Llevamos siendo coleccionistas de estas máquinas desde el año 2000. Las acumulábamos pero no teníamos un sitio para disfrutar de ellas, por eso hicimos la asociación». Una asociación a la que cualquiera puede apuntarse de forma gratuita y jugar a cada una de las máquinas por solo cinco euros la hora. «Tenemos 75 máquinas de pinball y unas cinco o seis máquinas recreativas más».

Muchas de esas máquinas son auténticas reliquias, con ejemplares de 1963 y de 1970, así como de las décadas de los 80, 90 y «algunas más contemporáneas». Y aunque las más antiguas son máquinas prácticamente únicas a día de hoy, lo cierto es que las más costosas son las más actuales, con algunos ejemplares de hasta 15.000 euros.

Además de ofrecer a quienes les visiten la posibilidad de contemplar y probar cada una de las máquinas, a lo largo del año también organizan varios torneos. «Hace dos semanas hicimos un torneo puntualbe para el Europa Series y luego durante las fiestas del pueblo hacemos un torneo local de puertas abiertas», explica Manuel. Y en septiembre también organizan un campeonato a nivel andaluz que «tiene mucha fama».

Normalmente durante las jornadas de puertas abiertas reciben la visita de multitud de personas. Sin embargo, Manuel reconoce que socios que acudan con asiduidad «somos pocos». «Nuestra idea es seguir organizando torneos y ofreciendo a la gente que quiera la posibilidad de disfrutar de nuestras máquinas». En cuanto a los cinco euros que cobran por jugar una hora, explica que es lo que les permite «hacer frente a los gastos» y cada año todo lo que sobra después de realizar los pagos es donado a la Asociación Española Contra el Cáncer.