Para llegar a Zuheros hay que trepar. Metafóricamente hablando, por supuesto, pero el viajero no debe temerle a las cuestas, eso sí. Cuestas para el coche, a la hora de acceder a uno de los pueblos con más encanto de Andalucía. Cuestas para las piernas, ... para subir y bajar por sus calles y acceder a sus mil y un recodos repletos de singular belleza.
Lo primero que el viajero debe hacer al planificar su viaje a Zuheros, si quiere visitar la famosa Cueva de los Murciélagos, es llamar a la oficina de turismo de la localidad y reservar, que está muy demandada. Si no, corre el riesgo de pasar un par de días en el pueblo y no conseguir verla.
Situada a cuatro kilómetros del casco urbano, la Cueva de los Murciélagos es un Monumento Natural que incluye diversas galerías y cuevas conectadas y que estuvo habitada desde el Paleolítico hasta los tiempos de los romanos, por lo que también está clasificada como Bien de Interés Cultural. Se camina unos dos kilómetros por el interior y la visita dura una hora aproximadamente, según la información recabada.
La visita debe complementarse con el paso por el Museo Arqueológico de Zuheros, tan chiquito como bien aprovechado, en el que hay una magnífica colección de objetos encontrados en la Cueva de los Murciélagos, desde las habituales lajas de sílex, cerámicas y objetos punzantes a figuras romanas togadas o sarcógafos tardorromanos.
Otra visita inexcusable es la del Castillo, cuyos cimientos, excavados en la piedra viva del risco sobre el que está construido, resultan espectaculares. Data del siglo IX y, tras varios cambios y remodelaciones, el arquitecto Hernán Ruiz lo adaptó al modelo de palacio renacentista del siglo XVI. De ahí su singular aspecto. Un siglo más tarde, cuando pertenecía a los marqueses del Algarinejo, fue abandonado a su suerte, por lo que acabó convertido en la cantera de la que se extrajo el material para la construcción de nuevas casas y edificios. Afortunadamente, posteriormente fue rehabilitado.
El castillo se puede visitar a todo lo largo y lo ancho, subiendo hasta lo alto de la torre, cuyas vistas del entorno del Parque natural de las Sierras Subbéticas son sublimes. El viajero debe tener cuidado, eso sí, con las estrecheces de algunos pasillos y los desniveles de los escalones.
Información práctica
-Localización y acceso :
Situado en las Subética cordobesa, Zuehros cuenta con varias vías de acceso por carretera, las más representativas son: la autovía A-45 desde Málaga o desde Córdoba; la A-318 desde Sevilla, A-339 que cruza la comarca de este a oeste; y la A-432 que es su entrada por el norte.
-Para planificar las visitas:
Cueva de los Murciélagos, Castillo y Museos Arqueológico y de Costumbres y Artes Populares: De miércoles a domingo. Hacer las reservas en la oficina de turismo: 957 694545
Otro espacio interesante de Zuheros es el Museo de Costumbres y Artes Populares Juan Fernández Cruz. Que no se alarme el viajero con reparos a supuestos museos etnográficos con colecciones de cosas más o menos viejas, más o menos dispersas. En este caso, si tiene curiosidad por las formas de vida serrana, no quedará decepcionado. Lo más interesante, quizá, es la botica del farmacéutico que se empeñó en coleccionar tanto y tan variopinto utensilio como se encuentra en la llamada Casa Grande de Zuheros. Le sorprenderán los artilugios de los profesionales liberales, de la imprenta y los cajones con los tipos a una máquina de escribir de doble teclado. Y, por supuesto, las herramientas para el campo, para producir aceite y vino, el banco del ebanista… Además, el viajero disfrutará con la excelente atención de la persona que recibe a los visitantes; amable, profesional y con un gran sentido del humor.
Pero más allá de los museos y los vestigios históricos, Zuheros invita a pasear. A caminar por sus calles con calma y sosiego, dejándose llevar. Se trata de un pueblo amable y bien cuidado, repleto de rincones llenos de detalles. Por ejemplo, la calle Fotógrafo José Jiménez Poyato que conduce al coqueto mirador de las Escominillas y que forma parte del pasado mudéjar de la localidad. Plantas, flores, macetas, paredes encaladas, azulejos, forjas, enrejados… Calles con nombres que invitan a soñar con el western, como Hondo del río, o el encantador Pasaje, cuya arquitectura recordará al viajero los famosos tinaos de la Alpujarra.
La roca y la piedra forman parte del paisaje de Zuheros, presentes en buena parte de su entramado urbano. Roca y piedra que adquiere todo el protagonismo en los diferentes recorridos periurbanos a los que invita el pueblo, incluyendo un simpático puente colgante situado entre rampas y escalones, bajo la sombra de grandes higueras y emparrados.
Además, si el viajero es amante de las caminatas más largas, el sendero del Río Bailón, que llega hasta Cabra, ofrece parajes majestuosos y permite el avistamiento de diferentes aves, incluyendo una colonia de buitres. Eso sí: es recomendable elegir bien las horas para la caminata, que el calor del verano la puede hacer sofocante.
Para los viajeros con pulsión ciclista, la Vía Verde de la Subbética cordobesa tiene en Zuheros una de sus paradas más espectaculares. Sigue el trazado del antiguo Tren del Aceite, 65 kilómetros que transcurren por pueblos como Luque, Doña Mencía, Cabra o Lucena.
Diferentes formas de descubrir otra de las comarcas de esta sorprendente e inagotable Andalucía nuestra.
Un pueblo muy quesero
En el mes de septiembre, Zuheros celebra una afamada Fiesta del Queso que, en otros años, ha llegado a congregar a 15.000 personas para disfrutar de hasta 50 variedades diferentes de quesos artesanos.
Debido a la situación generada por la crisis sanitaria, este año la Fiesta del Queso se celebrará de forma digital del 10 al 30 de septiembre. Contará con la participación de numerosas queserías de toda España y habrá diversas actividades que se celebrarán online.
En Zuheros se encuentra la quesería Los Balanchares que, desde 1995, fabrica diferentes quesos artesanales. Los hay de cabra, curados al natural, con pimentón o romero; de oveja y los quesos ecológicos Sujaira, frescos y también curados.