El Parque Tico Medina de la ciudad de Granada fue una buena idea que pronto se convirtió en una gran realidad. Desde su inauguración, allá por el año 2010, su poder de atracción no ha hecho más que crecer hasta convertirse en uno de los ... pulmones verdes más frecuentados de la capital. A su popularidad ha contribuido su paulatina transformación en un gigantesco gimnasio al aire libre debido a la instalación de aparatos para ejercitar los músculos. Cientos de personas visitan a diario el espacio que tomó el nombre del añorado periodista nacido en el municipio granadino de Píñar. Los fines de semana, y si el tiempo acompaña (que últimamente suele acompañar por el cambio climático), ya es el acabose. En las zonas verdes del parque brotan, con más fuerza que la propia hierba, las reuniones familiares y de amigos. Los banquetes de cumpleaños y otras celebraciones son habituales en el Tico Medina (hay una parte acondicionada como merendero, pero la mayor parte de la gente prefiere el césped).
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Hasta aquí, todo más o menos normal. Lo que sucede es que la gran afluencia de público también conlleva problemas que pueden entrañar el riesgo de morir de éxito. En este sentido, los vecinos de las viviendas colindantes al Parque Tico Medina han captado recientemente imágenes de furgonetas aparcadas en las áreas ajardinadas, a las que solo es posible llegar circulando por los caminos peatonales o el carril-bici, según la información facilitada a IDEAL por los propios residentes. Las fuentes consultadas indicaron que se cercioraron de que no eran trabajadores municipales, sino presuntos «domingueros».
Esta práctica, como es natural, esta prohibida y castigada con multas de 200 euros, recordaron desde la Policía Local de Granada. De hecho, y como es imposible que haya una presencia de agentes constante, animaron a los ciudadanos a llamar de inmediato a la guardia municipal para atajar este tipo de comportamientos. El incidente en cuestión ocurrió el domingo 4 de febrero y en la Policía Local no tenían constancia de que se hubieran producido anteriormente infracciones de esa clase en el Tico Medina. Sí había habido en el pasado denuncias contra motoristas que transitaban por el carril-bici, una conducta que actualmente parece controlada.
Con todo, la proliferación de convites en el parque también ha supuesto, en ocasiones, la instalación de carpas y tiendas de campaña, algo que tampoco está permitido.
De otro lado, los restos de una caseta de promoción de obras, que ardió el pasado mes de diciembre en un solar contiguo al Tico Medina, aún no han sido retirados
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Las llamas destruyeron prácticamente en su totalidad la pequeña edificación, hecha en buena parte de madera y plástico. El esqueleto de la construcción, y aunque hay una valla, está pegado a uno de los senderos del parque.
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