Deflagración en una vivienda de Granada

Los peligros del BHO

El riesgo asumido por quienes hacen este tipo de prácticas es bastante alto. En este caso, el joven malherido sufrirá secuelas, según han comentado fuentes sanitarias, de las que no podrá recuperarse en toda su vida.

Los dos detenidos por esta causa quedaron en libertad con cargos el pasado domingo después de pasar a disposición judicial. Policía Nacional los acusa de un delito contra la salud pública después de que los agentes encontraran droga en el interior de la vivienda, tanto hachís como picadura de marihuana.

El suceso ocurrió al mediodía del sábado. Una fuerte explosión sacudió la hora previa al almuerzo a los vecinos de dos bloques del Camino de Ronda. Fue sobre las 12.15 horas del mediodía del sábado cuando una potente explosión llenó la mañana de caos, gritos y mucha preocupación.

El servicio Emergencias 112 Andalucía señaló que cuando ocurrió este suceso numerosos testigos alertaron del estallido, que tuvo lugar en el número 202 del Camino de Ronda. Asimismo, los testigos indicaron que habían explotado unas ventanas de un primer piso, del que salía mucho humo.

BHO (Butan Hasch Oil) es el acrónimo en inglés de la última moda extendida por la provincia para extraer aceite de hachís a partir de la manipulación de gas butano con las hojas de marihuana. Los Tedax, técnicos en desactivación de explosivos, de la Guardia Civil y de Policía Nacional han atendieron tres casos de deflagraciones entre 2021 y 2022 han causado daños humanos y materiales de importante consideración. Los riesgos de manipular gas butano puro son grandes cuando se hace de forma precaria.

El método del BHO permite extraer aceite de hachís después de usar gas butano puro como disolvente de las hojas de marihuana. Mediante esta práctica se obtiene una resina de origen cannábico altamente concentrada, con valores de tetrahidrocannabinol (componente psicoactivo) cercanos al 90 %, mientras que la marihuana tiene una concentración de entre el 10 y el 15 %.

En la mayoría de estos casos se usan materiales artesanales y con estructuras muy precarias para efectuar este proceso de BHO, lo cual entraña un riesgo añadido.

Los tres casos de deflagraciones registrados en Dúrcal, Armilla y Atarfe entre 2021 y 2022 dejaron a seis personas ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos con quemaduras muy graves, generó destrozos en tres viviendas y un riesgo para terceros muy importante. Lo importante es el riesgo que ha existido en todas estas deflagraciones para terceras personas y para quienes lo manipulaban. En Armilla, la explosión disparó una puerta de madera que si pilla a alguien lo mata; y en Atarfe cayó a la calle una pared entera que tampoco cogió a nadie. En la del pasado sábado, los vecinos creyeron que había explotado una bomba, salieron despavoridos a la calle para ponerse a salvo. Hubo cristales y hierros de la vivienda afectada que salieron disparados hacia el exterior. El único herido era uno de los tres inquilinos del piso.