El miércoles, a las 10.30, Sebastián Pérez compareció en rueda de prensa con la intención de valorar el primer año de gobierno de la Junta. No sabía cuando convocó a los medios que esa misma mañana se iba a filtrar la auditoría que apunta ... posibles irregularidades en los contratos de Cetursa. Preguntado en rueda de prensa, el presidente provincial del PP calificó de «inconcebible» que el delegado del Gobierno en Granada, Pablo García, no conociera ese informe. Y tenía razón, aunque las formas no fueran las más convenientes para expresarlo.
Estas declaraciones fueron el detonante para que un sector crítico contribuyera a precipitar un desenlace que llevaba meses escrito:«No quedaba más remedio», sentenciaba ayer –sin satisfacción manifiesta– uno de los protagonistas.
De fondo hay que sumar la moción de la comisión de contratación. Un órgano paralelo para controlar la actuación de Sebastián Pérez en el Ayuntamiento y que, tras una envolvente –el término se ha popularizado internamente–, Luis Salvador pretendía que presidiera Onofre Miralles (Vox). El mismo que por su «conciencia y honor» no convirtió en alcalde a Sebastián en el mes de junio.
Sebastián Pérez no podía dar su voto de ninguna de las maneras a Onofre. El alcalde lo sabía y, a lo largo de la semana, lo utilizó como elemento desestabilizador para intentar doblar el brazo de Sebastián, que es el acompañante más incómodo para perpetuarse cuatro años en la alcaldía.
También un sector del PP lo vio como un argumento a su favor. Y Sebastián, hasta ahora tan habilidoso para escapar de las situaciones imposibles, perdió el temple; salvo que tenga un plan que se desconozca.
Intentó tanto la abstención como convertir a un concejal del PSOE en presidente de esta comisión de contratos. Y entonces recibió la llamada de la número dos del PPandaluz, Loles López Dobarro, para decirle que cualquier opción menos entregarle el poder a los socialistas. En paralelo, varios de sus concejales –al menos tres– también recibieron la llamada del partido; según Sebastián, sin su conocimiento. ¿Presiones? Le llaman disciplina de voto.
Esta vez, el ya expresidente del PP no midió bien sus fuerzas. El mismo miércoles por la tarde Pablo García le llamó. Estuvieron hablando y Sebastián le ofreció sus explicaciones sobre las polémicas declaraciones de esa mañana. En realidad no se trató de una crítica a su compañero –justificó–, sino de cuestionar la forma de actuar del director de Cetursa.
El jueves, Sebastián Pérez nadaba en contradicciones. No hay argumento objetivo para precipitar su caída; subjetivos, muchos. Como suele exhibir, el de Granada ha sido uno de los mejores resultados en una capital en las últimas generales, ganó la demanda que tenía por la celebración del congreso provincial y todavía decía tener opciones de conseguir la alcaldía. Pero cada vez estaba más solo.
El encuentro con Teo
Su mayor debilidad era que no tenía la unidad dentro de su grupo municipal. El propio Sebastián habló ayer de presiones a algunos concejales, aunque más bien se trató de un posicionamiento táctico. El jueves por la mañana hubo una reunión en el Ayuntamiento. Fue tensa y hasta un concejal del PP se salió alterado. No estaba el alcalde, Luis Salvador, que había viajado a Madrid. En algunos círculos ha dicho que se vio con Teodoro García Egea. Que fue a Madrid sí está confirmado.
Si fuera cierto todos los que dicen que comen o hablan con el secretario general del PP, Teodoro no tendría tiempo para aprender a tocar la guitarra, como ahora se ve en los vídeos que sube a redes sociales. Pero es verdad que Luis Salvador lleva anticipando desde diciembre que algo iba suceder en cuestión de semanas.
El jueves por la tarde se reunió el comité ejecutivo del PP de Granada. Y Sebastián Pérez abrió fuego a discreción –sin pretender ser discreto–. En este tiempo ha intentado sin éxito que lo reciba la cúpula de Génova y nunca tuvo sintonía con Juanma Moreno. Lo que piensa de Elías Bendodo ya se encargó ayer de dejarlo de manifiesto.
Luis Salvador tenía la consigna de apretar. Sabía que si ayer se mantenía firme, Sebastián cedería. Aún así, la dimisión del presidente provincial sorprendió internamente. Un alcalde puso un emoticono de asombro en un grupo interno. Otra regidora lo achacó a las declaraciones del miércoles contra la Junta. La mayoría, callaron.
Otro de los protagonistas de la envolvente especulaba esta semana sobre el futuro de Sebastián:
–¿Crees que caerá?
–Sebas caerá en la última. Eso es seguro.
La de ayer fue, cuando menos, la penúltima.
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