El Ecce Homo de Borja
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El Ecce Homo de Borja
Tuiteros y los redactores, encontraron un filón en la historia de la restauración de un cuadro de un pueblo aragonés. Se trataba de un 'Ecce homo', esa figura sufrida de un Cristo doliente, atado a una columna y ataviado con una corona de espinas que ... han representado autores como Tiziano, Rubens, Murillo o Caravaggio. Elías García Martínez hizo su propia versión del rostro lacerante de Jesús en los años treinta en un muro del Santuario de Misericordia de Borja, el pueblo donde el catedrático de la Escuela de Arte de Zaragoza, solía pasar sus vacaciones. Era un rincón discreto, en un pueblo tranquilo de unos cinco mil habitantes hasta que una de sus vecinas, Cecilia Giménez Zueco, se ofreció para restaurar el fresco.
«Si yo he pecado por pintarlo, pido perdón, pero lo he hecho con muy buena intención», dijo cuando vio el revuelo que había levantado su trabajo. Ni latigazos, ni espinos, lo que destrozó al Cristo de Borja fueron unos cuantos brochazos de la amable señora. Cecilia pintaba, había realizado algunas exposiciones, había vendido varios cuadros y se vio con la energía necesaria para hacer un apaño, pero carecía de los conocimientos necesarios para restaurar una obra de arte.
Tras la publicación del antes y el después de la restauración en la web del Centro de Estudios Borjanos, todo el mundo estalló en carcajadas, la web se llenó de memes y como esto de la sequía informativa de agosto no es un tema endémico del territorio español, periódicos como 'DailyTelegraph', 'Le Monde' o la BBC se sumaron al cachondeo y mandaron a sus corresponsales que dieron a conocer el 'retoquillo' de Cecilia alrededor del mundo.
La autora se vio desbordada por las burlas, sufrió un episodio de depresión, plantearon denunciarla por los daños irreparables a la obra, pero en la romería de San Bartolomé sus vecinos le gritaron que la querían y Borja transformó un atentado contra el patrimonio en el acontecimiento histórico que todo pueblo necesita. Han pasado doce años y el municipio tiene mucho que agradecerle a su vecina. Puede que se cargara el fresco pero, como escribió el New York Times, salvó a su ciudad que desde la restauración recibe la visita de miles de turistas. Por tres euros, el visitante puede acceder al Santuario de la Misericordia y contemplar el cuadro customizado que ha dado la vuelta al globo. Incluso se hizo una ópera cómica. 'Behold the Man' de Andrew Flack, se estrenó el pasado mes de septiembre en Las Vegas.
Al final se impuso el cariño y el humor y Borja presume de un Ecce Homo ante el que solo se puede sonreír.
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