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Ignacio, preparando a uno de los 'perretes' a los que atiende en su tienda. Pepe Marín
Abierto por coronavirus | Perretes transmisores de cariño

Perretes transmisores de cariño

Abierto por coronavirus ·

El necesario cuidado y atención a las mascotas, más allá del chollo de sacar al perro a pasear

Jesús Lens

Granada

Sábado, 4 de abril 2020, 01:58

Ignacio es una persona que habla claro, sin pelos en la lengua. Puso en marcha su negocio, 'Perretes', el Día de los Enamorados de este mismo año y a las primeras de cambio, cuando todavía está en plena consolidación de la tienda, se encuentra con la crisis del coronavirus.

«A mí me gustaría haber cerrado y estar en casa, cumpliendo la cuarentena, pero me resulta imposible. Eso sí, de momento, por responsabilidad y por mi propia salud, estoy trabajando solo a media jornada, por las mañanas», señala.

'Perretes' mantiene un doble servicio de alimentación de mascotas y de lavado, desinfección y peluquería de perros. «No admito a los que me traen a la tienda por propia iniciativa y sin avisar. Por seguridad, los recojo personalmente y los devuelvo a domicilio, con cita previa».

De entre los clientes que demandan sus servicios, una inmensa mayoría son personas mayores que no se pueden hacer cargo de ellos. «La gente más joven tiene recursos y tiempo, pero a los mayores les cuesta mucho trabajo y, por responsabilidad, sigo manteniendo este servicio operativo».

Y también porque tiene que pagar las deudas acumuladas para la puesta en marcha del negocio. «La facturación me ha bajado en un 80%. Ayer, por ejemplo, solo hice dos perros, cuando lo habitual es hacer ocho o diez, pero sin esta mínima actividad, no podría aguantar». Muy crítico con el abandono a los autónomos por parte del gobierno y teniendo en cuenta que este mes hay que hacer las declaraciones trimestrales de los impuestos, Ignacio espera que se dicten medidas económicas realmente útiles para el sector. Por ejemplo, moratorias en pagos de obligaciones fiscales, tributos y recibos básicos como los de la luz, el agua y el teléfono, «dado que los préstamos ICO solo te endeudan más y hacen más grande la pelota, que hay que tributar por ellos».

Limpieza escrupulosa

Ignacio es muy escrupuloso en todo lo referente a la limpieza de su local y del coche en que hace la recogida de animales. «Desinfecto la tienda dos veces al día y la bañera y los instrumentos de lavado, tras cada uso. El coche, igual, después de cada uso. Y también desinfecto el suelo y el trozo de acera de delante de mi comercio, que por los barrios no sulfata nadie».

No hay problemas con el abastecimiento de pienso, más allá de aquellos ya míticos primeros días de confinamiento, «cuando parecía que se iba a acabar el mundo, llegaba el apocalipsis y la gente arrasó con todo el género, dejándome la tienda vacía». Desde entonces ha habido normalidad, tanto de la demanda como en la distribución del pienso.

Otra de las labores a la que se está dedicando Ignacio estos días es a la recogida y cuidado de perros abandonados. «Ayer mismo me avisaron de una camada de seis cachorros abandonados en un contenedor de basura de Puerto Lope. Hoy sábado me acercaré por ellos, los llevaré al veterinario y, después, a alguna de las casas de acogida que me digan las asociaciones con las que colaboro, como Ladridos vagabundos o Huellas solidarias».

Y es que la tasa de abandono de perros en las calles se ha incrementado mucho estas semanas, nos dice Ignacio, más allá de las bromas sobre el chollo de tener un perro como excusa para salir a pasear.

«Algunos perros están saliendo ahora más que en toda su vida anterior, que hay mucha gente que nos los cuida como se debe. Los compran como un regalo de Navidad y, en cuanto estorban, se olvidan de ellos o los abandonan. Esta semana he recogido a dos en mitad de la carretera, sin chip identificativo. Si abandonar a un perro es siempre una canallada, hacerlo en una autovía puede provocar graves accidentes», denuncia Ignacio, quien recuerda que los perros no transmiten el coronavirus, «solo nos dan su cariño. En muchos casos, más que los humanos», suspira.

Terminamos la conversación hablando sobre la importancia de apoyar a las tiendas de cercanía y de barrio que siguen abriendo sus puertas estos días. «Hagamos la compra en ellas, sin esperar colas kilométricas», señala Ignacio, muy preocupado por cuántos comercios podrán aguantar esta crisis y seguir operativos.

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