«Familiares y amigos vinieron desde muy lejos para celebrar en esta inolvidable ciudad»

La pareja se conoció en el instituto de su ciudad natal, Newton (Massachusetts). Cuando tenían veintipocos años, se fueron a vivir a Nueva York y la recorrieron de cabo a rabo. Le tenían especial cariño a un rincón, situado a dos horas en coche, donde desconectaban en plena naturaleza. Hace tres años, en plena pandemia, planearon pasar un fin de semana en aquel lugar para rememorar viejos tiempos. Y fue donde Alon hincó la rodilla. «Me propuso matrimonio allí después de una larga caminata que nos llevó a un lago cercano y una chimenea encendida afuera. ¡Fue muy romántico y dije que sí!», destaca ella.

Mientras valoraban cuál sería el destino idóneo para la ceremonia, les vino a la mente Granada. Fue la ciudad que visitaron en su primer viaje juntos al extranjero, cuando tenían 24 años, y se enamoraron «perdidamente de su singularidad». «No hay otro lugar como este, así que inmediatamente se me ocurrió como el sitio que queríamos compartir con nuestros seres queridos», apostilla Sandra.

La ceremonia se celebró el 2 de junio de 2022 en el Palacio de los Córdova. Y si planear una normal es ya complicado, una boda de destino (como se denomina a las que se celebran fuera), lo es aún más. Por ello, acudieron a Mery Liccardi. «No éramos la pareja más fácil de tratar, ya que somos muy específicos, pero no podría haber organizado una boda más hermosa y memorable», cuentan. Los visitantes disfrutaron de la ciudad durante tres/cuatro días. Muchos de ellos eran familiares a los que no ven frecuentemente -proceden de Israel y Macedonia del Norte-, que viajaron muy lejos «para celebrar en esta inolvidable ciudad». «Los recuerdos creados durante esa semana valieron toda la planificación y el esfuerzo», añaden.

Aún es pronto para volver -la boda fue hace ocho meses-, pero tienen claro que regresarán a Granada en el futuro. «La Alhambra, las tapas, el flamenco, el Albaicín, el Realejo… Esta ciudad está llena de tantas cosas que nos encantan que no podemos elegir solo una. Nos enamoramos de la vitalidad de la ciudad y de todo lo que hay para explorar. Puedes pasar días, meses, años en Granada y aún así descubrir algo nuevo, hermoso y romántico cada vez que la visitas», concluyen los jóvenes.