Marifrán Carazo señala un punto desde el patio del Ayuntamiento, acompañada del alcalde, Paco Cuenca, y en presencia del presidente de la Junta, Juanma Moreno. Alfredo Aguilar

Plaza del Carmen: la reina de las batallas

crónica política ·

La campaña electoral de Granada se presenta como la más dura de todas las capitales andaluzas, con la Diputación de fondo y sin referencias que puedan aventurar un pronóstico seguro

Quico Chirino

Granada

Domingo, 8 de enero 2023, 00:12

La noche del 19 de junio, mientras celebraba la histórica victoria electoral de Juanma Moreno en Andalucía, aunque Marifrán Carazo no lo supiera también se había dado un resultado que la comprometía a corto plazo. Si existía alguna duda sobre si sería la candidata del ... PP a la alcaldía –las mismas que subsisten desde hace prácticamente cuatro años–, las urnas dejaban lugar a pocos experimentos; aunque también se manejara un segundo nombre con trayectoria y cartel electoral. Carazo encabezó la lista del 19J que obtuvo el 42% de los votos en la provincia, frente al 25% del PSOE. En la capital el margen fue aún superior y sacó 27 puntos de diferencia. Y todo a pesar de enfrentarse a la candidata de Vox a la Junta, Macarena Olona, que no logró movilizar a su hipotético electorado y que apenas si hizo campaña en Granada. Si las del 19 de junio hubiesen sido unas municipales, el PP habría obtenido una holgada mayoría absoluta en la plaza del Carmen –16 de 27 concejales–. Pero no lo eran.

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2 de diciembre de 2018. Algunos de los por entonces próceres del PP preparan el sepelio –político– de Juanma Moreno, al que tienen por un candidato paniaguado que, incluso, ha osado romper los equilibrios de siempre dentro del partido. Pero al abrirse las urnas –que tienen designios inescrutables– deparan una suma con Ciudadanos –el de hace tan solo cuatro años– capaz de romper el dominio socialista en Andalucía tras casi cuatro décadas. También en aquella ocasión la candidatura del PP por la provincia la encabezó Marifrán Carazo, que se impuso en la capital por el 26,95% de los votos frente al 18,6% del PSOE. Aquella noche, los socialistas no veían futuro más allá de las Navidades. Una estructura en Andalucía que se descomponía –con todos sus cargos de confianza– y una pinza del PP con un Ciudadanos que aún aspiraba al sorpasso.

Pero la política es también un estado de ánimo. Tan solo medio año después, el 26 de mayo de 2019, llegaba el momento de las municipales. Se destaparon otra vez las urnas y el candidato socialista fue esta vez el más votado. Eran las primeras elecciones que ganaba el PSOE en la capital desde 1987. De la noche al día solo media una tarde y dos sutiles diferencias: ni el candidato socialista el 2 de diciembre de 2018 era Paco Cuenca ni el popular el 26 de mayo de 2019, Marifrán Carazo.

Si las del 19 de junio hubiesen sido unas municipales, el PP habría obtenido una holgada mayoría absoluta en la plaza del Carmen, 16 de 27 concejales

Dos políticos granadinos de similar generación, perfiles tan parecidos a simple vista como distintos, que se desenvuelven en el contacto directo con los vecinos y que en diversas parcelas tienen experiencia de gestión. A priori, la campaña electoral de mayor intensidad y empaque de las capitales andaluzas. Marcada como prioritaria por el PP; hasta el punto de que Juanma Moreno cede a una de sus consejeras de mayor peso y visibilidad. Pilar de la resistencia del PSOE, en una provincia donde, salvo en un mandato, siempre ha controlado la Diputación. Ambos hablaron por teléfono el 3 de enero, cuando se confirmó la candidatura de Marifrán. Se desearon una campaña limpia y con propuestas y se lanzaron a la calle.

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No hay una referencia sólida a la que agarrarse para aventurar un pronóstico. Las municipales no son predecibles en Granada en la última década; especialmente, desde que Torres Hurtado perdiera la mayoría absoluta en 2015. Han sucedido cosas tan extrañas que no entraban ni en las hipótesis más disparatadas. Cuatro cambios de alcalde desde entonces; Paco Cuenca por dos veces.

Todas las últimas elecciones en la provincia han sido históricas por algo. Hay encuestas –las tienen tanto socialistas como populares– y señalan en la misma dirección: la ola popular. En los sondeos siempre hay olas. Pero el escenario electoral es ahora distinto y las municipales de 2019 no son ya una referencia fiable. De entrada, solo repetirá uno de los candidatos: el actual alcalde.

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PSOE

La estabilidad frente al «melón por abrir»

Paco Cuenca en la toma de posesión de 2016. / Alfredo Aguilar

Si tras las municipales de 2015 todos hubieran actuado como anunciaron, Paco Cuenca habría sido alcalde aquel mes de junio. Pero Luis Salvador –todavía en Ciudadanos– cerró un acuerdo con José Torres Hurtado horas antes del pleno nunca suficientemente aclarado. Salvador se jactaba de un pacto no escrito con el veterano regidor para que abandonara la alcaldía en unos meses, pero cuando cogió el bastón de mando Torres Hurtado negó cualquier acuerdo de sobremesa y no quiso soltarlo. En abril de 2016, tras desatarse la operación Nazarí –hoy más juegos de artificios que hechos probados–, Salvador dio la alcaldía a Cuenca.

En las municipales de 2019, el PSOE subió a diez concejales, un nivel en el que no se movía desde la etapa de José Moratalla veinte años atrás. Pero Luis Salvador se dio la mano con Sebastián Pérez minutos antes del pleno y, sorprendentemente, se convirtió en alcalde. Esta vez era Sebastián el que aseguraba tener la palabra de Salvador para dejar el sillón a los dos años, pero cuando se puso el collar se negó a quitárselo. La misma trampa que a él le había jugado Torres Hurtado cuatro años antes.

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Cuenca volvió a la alcaldía en 2021 tras reventar una convivencia imposible desde el primer día. Ni Sebastián Pérez ni Luis Salvador militan ya en los partidos por los que concurrieron a las elecciones. Y el Ayuntamiento ha encontrado su etapa de mayor estabilidad desde que Torres Hurtado perdiese la mayoría absoluta.

Esta es la principal credencial con la que Paco Cuenca optará a la reelección. «Que la gente valore. Paco ha tenido que rescatar la ciudad en dos ocasiones. No es solo un candidato, sino que llega con un recorrido hecho. Hoy, al menos, Granada tiene un rumbo, se ha asentado la propuesta de la ciudad de la ciencia. Ofrece estabilidad. Hay un melón por abrir y el otro está ya abierto», argumentan en su equipo.

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Aunque es consciente de la dificultad en la política actual, Cuenca aspira a la mayoría absoluta: «No se puede obviar la influencia de otras fuerzas. Ha demostrado que es capaz de ponerse de acuerdo a un lado y al otro, lo ha hecho con los presupuestos. Otros solo llegan a acuerdos con un lado».

El PSOE se enfrenta principalmente a dos circunstancias adversas. Una, el clima nacional; que no se sabe cómo será en mayo. «Hace un mes el panorama político daba pena», asumen en el entorno del alcalde. No solo señalan a su partido, también a la polarización y la crispación que atribuyen a la derecha. «El ambiente estará mejor, más sensato», vaticinan sin descartar «enfrentarse al PSOE en Madrid para defender los intereses de la ciudad», en alusión al recurso por la agencia de inteligencia artificial.

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Y el segundo interrogante está en la izquierda; hoy por hoy, la única alianza posible el PSOE para sumar mayoría. «Esperamos que lo resuelvan y se pongan de acuerdo», advierten del riesgo de que se repita la misma fractura de las pasadas elecciones andaluzas. Queda tiempo. No tanto.

PP

Una candidata de todo el partido y sin crisis internas

José Torres Hurtado repitió como candidato del PP en 2015 tras tres mayorías absolutas. Un sector importante de su partido no estaba convencido de que fuera la mejor opción y existieron presiones para que la lista la encabezara Sebastián Pérez, que se quedó de número dos a la espera de un relevo imposible por enemistad –ya entonces– manifiesta. Los populares retrocedieron a once concejales; no tenían una representación tan baja en la plaza del Carmen desde 1987, en pleno dominio de Antonio Jara.

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En 2019 fue Sebastián el número uno e, igualmente, una parte relevante dentro de la organización no quería a su propio candidato. Hasta meses antes de la campaña estuvo abierta la posibilidad de cambio y, entre las opciones –que no la única–, figuraba la de la propia Marifrán Carazo. El PP bajó a siete concejales; también condicionado por la candidatura alternativa que planteó Juan García Montero, con el apoyo en la sombra del propio Torres Hurtado.

Hace casi una década que el PP no concurre a las municipales en la capital convencido de que lo hace con la mejor de sus opciones y sin estar sumido en una crisis interna con fracturas en los distritos. Para cerrar todas las fugas, solo le queda –que no es fácil– taponar una hipotética aventura por libre de Sebastián Pérez; una posibilidad alimentada sottovoce y que se despejará en las próximas semanas.

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Marifrán Carazo en la presentación de la amplicación del metro. / Alfredo Aguilar

Marifrán Carazo llega con un bagaje inversor en la Consejería de Fomento, que no dejará hasta que se eche encima la campaña; la misma estrategia de las ministras Carolina Darias y Reyes Maroto. De momento, compaginará su presencia en Granada con actos en otras provincias. Acudirá este domingo al fútbol con su abono acompañada de su hijo; mañana lunes visitará las obras en la calle Arabial –con cargo al metro–; el martes estará en Sevilla en el Consejo de Gobierno; regresará el miércoles y el jueves compartirá acto en Jaén con el presidente Juanma Moreno. Quiere replicar la exitosa campaña de Moreno el 19J, huir de la confrontación y hacer propuestas. Incidirá en su perfil como gestora y en los proyectos impulsados en los últimos años.

Vox y Cs

El difícil protagonismo de los terceros

Antes de empezar la campaña electoral de 2019 ya se daba por hecho que el gobierno de la plaza del Carmen sería, como mínimo, cosa de dos. El bipartidismo estaba roto y hasta tres formaciones (PSOE, PP y Cs) partían a priori con aspiraciones de ganar las elecciones. De los tres, el que se quedó más lejos de sus expectativas fue Ciudadanos –repitió los concejales de 2015– y, sin embargo, fue el que se elevó a la alcaldía.

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Las próximas elecciones municipales son un duelo clásico entre populares y socialistas. Si ninguno de los dos logra la mayoría absoluta, incluso, podría bastar con ser la lista más votada para formar gobierno sin necesidad de incluir dentro a un tercer partido.

Ciudadanos es una incógnita. Conchi Insúa, candidata el 19J, insiste como cabeza de lista al Ayuntamiento. Es la mejor opción del partido y, probablemente, también la única. Aventurar cualquier cosa hasta que Ciudadanos supere en enero las primarias y su proceso de refundación es asumir el riesgo de que suceda lo contrario. Pero lo que sí hay que dar por seguro es que existirán conversaciones con el PP antes de entrar en la campaña.

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Vox cambia de candidato y encabezará la lista quien primero se barajó que lo hiciera en 2019. Beatriz Sánchez tiene mayor perfil técnico que Onofre Miralles, aunque menos mordiente –por lo visto hasta ahora, al menos– en el debate público. El problema de Vox radica en esta ocasión en encontrar un relato con voz propia. Replicar la estrategia de Macarena Olona –o la que le impusieron– e infravalorar al PP ya está demostrado a dónde le conduce en Granada.

Elisa Cabrerizo y Paco Puentedura. Ramón l. pérez

Una confluencia aún sin resolver en la capital

La izquierda no tiene aún resuelta la forma en la que concurrirá a las próximas municipales. Hay más grupos y plataformas que concejales actuales tiene la confluencia. La principal diferencia sobre 2019 es que IU ha reivindicado y empezado a ejercer su mayor implantación territorial y presencia en el ámbito municipal, después de haber cedido más de lo que entiende que le tocaba en los últimos años. A la vuelta del verano selló una alianza con Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz en la que, inicialmente, no estaba Podemos. Las conversaciones han avanzado en la provincia pero el entendimiento aún no se ha dado en la capital. Hay tres eventuales candidatos. Podemos ha elegido a la concejala Elisa Cabrerizo. En IU ha renovado como coordinador local Paco Puentedura, uno de los mayores conocedores de la plaza del Carmen. Y los independientes promueven a la cantante Amparo Sánchez 'Amparanoia'. La presión de IU no va a estar en imponer al número uno. Pero la relación de fuerzas entiende que tiene que ser otra porque la influencia de cada sector ha cambiado.

Para el 19J el acuerdo llegó tarde y mal.

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