En Atarfe

El policía atrincherado guardaba un arma ilegal y había sido denunciado por violencia de género

Poco después y una vez que el policía ya se había atrincherado en otra vivienda de una propiedad familiar de Atarfe, cerca de la urbanización El Torreón, la Guardia Civil montó un cerco policial que ha permanecido activado durante la madrugada del jueves y hasta el mediodía de ayer. Este sujeto, que se encontraba de baja laboral desde hacía pocos días, llamó a un compañero suyo para explicarle su intención de matar a su actual pareja sentimental y generar una explosión en la vivienda donde estaba atrincherado si a alguien se le ocurría entrar a detenerlo. Los agentes de la Guardia Civil trataron de convencerlo la pasada noche del miércoles y durante la madrugada de ayer para que se entregara. No fue posible. El cerco policial se mantuvo hasta ayer a las 12.30 horas, mientras los trabajos para que depusiera su actitud no cesaron. Guardia Civil desalojó una vivienda colindante con la del atrincherado y pidió al resto de vecinos que no salieran de sus casas.

«Lo he pasado mal por mis tíos que son familia de él y están pared con pared. Los desalojaron y había cierta angustia por saber lo que pasaba. Él es una persona muy normal y nunca pensamos que podía suceder nada igual», explica Cristina, vecina de este policía nacional.

Finalmente, el atrincherado pidió la presencia de mandos de la Policía Nacional en la vivienda para negociar directamente con ellos. El propio comisario provincial de Policía Nacional, acompañado de otros dos mandos más de este cuerpo armado se personaron en la vivienda donde estaba encerrado. Tras una conversación decidió entregarse ante los compañeros de su propio cuerpo armado. Primero lo condujeron a la comisaría provincial y después lo trasladaron a dependencias de la Guardia Civil, donde quedó en calidad de detenido.

La mujer que lo ha denunciado por violencia de género, su actual pareja sentimental, tiene presentadas, al menos, otras tres denuncias anteriores por malos tratos físicos contra otro u otros hombres con los que mantuvo relación. El policía atrincherado estaba separado y en la actualidad mantenía una relación con la denunciante.

Policía Nacional le había retirado el arma oficial hace pocos días después de haberse dado de baja laboral por problemas psicológicos, aunque la Guardia Civil le encontró otra ilegal cuando lo detuvieron. Después de lo sucedido, seguirá de baja laboral en espera de lo que decida la juez hoy. El protocolo habitual es abrirle un expediente disciplinario que podría finalizar, si se comprueba algún tipo de merma mental, bien en la expulsión del cuerpo o en una jubilación anticipada. Anteriormente a estos hechos no tenía antecedentes y estaba destinado en el servicio de custodias y seguridad ciudadana.

La mujer denunciante tiene máxima protección por violencia de género en estos momentos y él pasó a disposición judicial ayer tarde por violencia de género y tenencia ilícita de armas.La titular del juzgado de guardia de Granada ha prorrogado su detención y hoy volverá al juzgado, pero todo apunta que será al de Violencia de Género que esté de guardia.