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Media docena de calles de la capital están identificadas como ‘puntos negros’ por la especial acumulación de coches en doble fila a la entrada y salida de los centros educativos. Son los tramos a los que los agentes de la Policía Local prestan especial atención ... cada mañana, a primera y última hora, aunque no los únicos que vigilan. Pese a que el aparcamiento en doble fila no está permitido, no es difícil contemplar en determinados puntos hileras de hasta cincuenta coches –la mayoría con el motor apagado y sin el conductor, es decir, estacionados– que hacen caso omiso al reglamento de circulación.
La calle Arabial es una de las arterias conflictivas que los agentes del cuerpo municipal vigilan cada mañana a partir de las 8.45. Normalmente, rondando esta hora, el perfil de Twitter del Área de Movilidad ya empieza a señalar "tráfico denso" en Arabial sentido Chana, advertencia que se extiende hasta pasadas las nueve y luego se repite a final de la mañana. Es una de las vías que cruza la ciudad y absorbe la llegada de vehículos desde la Vega, por lo que no se puede asociar el trasiego de los colegios con el recurrente atasco a hora punta.
Pero, como pudo comprobar ayer IDEAL, ralentiza el tráfico. Al filo de las nueve de la mañana había 53 coches aparcados en doble fila, ocupando todo el margen izquierdo de la calle –en sentido de la circulación– desde Camino de Purchil hasta Profesor Luis Molina Gómez. En mitad de este tramo está uno de los centros educativos más poblados de la capital, el colegio concertado Regina Mundi. En el extremo de Profesor Luis Molina, el San Isidro. A cinco minutos de las nueve llegó a la entrada del colegio una pareja de Policía Local. Uno de ellos se quedó a la altura del paso de peatones a la entrada de Regina Mundi, controlando la circulación de vehículos y el acceso a pie de los ‘peques’. Otro permaneció unos metros más atrás observando la extensa hilera de doble fila.
Aunque madres y padres parecen tener la mecánica asumida –el intercambio de plazas es fluido– bastan cinco minutos en la puerta del colegio para escuchar varias advertencias con el claxon e incluso alguna pequeña reprobación de los conductores aparcados junto a la doble fila que quieren salir mientras el conductor del vehículo paralelo está aún en la puerta. La Policía aguarda paciente. A las 9.08, uno de los agentes saca del coche una libreta y se dirige a uno de los coches; el conductor se percata, accede al vehículo y arranca. Evita la multa. Y poco a poco –hasta última hora de la mañana y primera de la tarde– la doble fila se dispersa. La Policía es "tolerante" y entiende las paradas rápidas para dejar a los niños en el colegio y salir, pero pide colaboración y "solidaridad" con el resto de los vehículos, como señala su portavoz.
La Federación Provincial de Ampas granadinas, Fampa Alhambra, asocia el problema de la doble fila a cuestiones como el miedo de las familias al percibir la calle como un lugar inseguro, la "falta de conciencia cívica" o la "mala planificación urbanística y de la administración educativa". Esto genera "atascos, mayor peligrosidad para quienes acuden a pie o en bicicleta o falta de costumbre de caminar en menores y adultos". Como alternativa, proponen el uso de las redes de caminos seguros, el uso de transporte público, o inculcar la "conciencia cívica y del bien colectivo en adultos y menores".
La situación junto a Regina Mundi se repite en el Paseo de los Basilios, ubicación de Escolapios y Sagrado Corazón, zona de parada de cinco líneas de autobús. Ayer a primera hora había coches aparcados en doble fila, ‘tapando’ plazas para discapacitados, autobuses atascados que se veían obligados a bajar a los pasajeros en la calzada...
A última hora de la mañana, IDEAL pasó por la calle Torre de los Picos, otro ‘punto caliente’ en el que coinciden el colegio Sierra Nevada, el instituto Soto de Rojas y el colegio público Abencerrajes. No había presencia de la Policía Local –a la salida no suele haber agentes en los seis lugares conflictivos, al menos en la zona más cercana al Palacio de Deportes–. En la esquina con el paseo del Emperador Carlos V comenzaba una hilera que a las 13.30 era de 4 coches y pasadas las 14 horas alcanzaba los 40 vehículos.
"No nos queda otro remedio", reconocía una conductora al percatarse de la cámara. Tan asumida está la doble fila que, antes del aluvión de coches y pese a haber plazas de aparcamiento ‘legal’ libres –hasta cuatro para coches de tamaño medio– varios vehículos optaron por dejar el coche en paralelo a los huecos, en lugar de estacionar dentro de la línea blanca.
Pavaneras, con las Mercedarias, y el eje Molinos-Vistillas-Escoriaza, con centros como el José Hurtado o el Santo Domingo, está también en la lista de zonas especialmente vigiladas en las horas de entrada y salida. La última de las calles que componen el ‘top seis’ de la doble fila escolar en hora punta es Acera del Darro, con el colegio Virgen de las Angustias.
Aunque en todos estos lugares se controla el tráfico y se vigila la doble fila a a primera hora de la mañana, no son los únicos conflictivos en los que trabaja la Policía Local. A la salida, y en el resto de centros de la capital, la presencia de los agentes es rotativa.
En los colegios Santa Marta, Nuestra Señora del Rosario, Escolapios Luz Casanova y Miguel Hernández son los propios escolares los que regulan el tráfico. Forman parte de un programa gracias al cual, tras recibir clases de educación vial, se integran en esta labor diaria de la Policía, comprendiendo en primera persona la importancia de la correcta circulación, siempre equipados con chalecos y pala señalizadora y vigilados por agentes de la Policía.
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