FÚTBOL

Las batallitas del 'abuel-Izco' y del señor Fernández

El delantero del Imperio y el portero del Arenas, de 34 y 36 años.respectivamente, aún dan guerra y hacen historia en Tercera, .donde son ejemplos de calidad y profesionalidad

SERGIO YEPES CÁNOVAS

Sábado, 9 de septiembre 2006, 05:25

ALGÚN día podrán contar a sus nietos que ellos, a pesar de lo elevado de sus edades y de la profesionalización de la que fue objeto la Tercera durante el año 2006, marcaron la diferencia y comandaron el pelotón de quienes -a ritmo de liderazgo- desafiaron la progresión de los más jóvenes y las iras del público exigente. No sin razón, retratarán un pasado glorioso ahumado en triunfos y bañado con tinta de periódico. Un pretérito pluscuamperfecto en términos de rendimiento deportivo. Y es que hoy, Francisco Ramos Fuentes 'Izco', ariete del Imperio, y Juan Carlos Fernández Escribano, cancerbero del Arenas de Armilla, constituyen el más claro ejemplo de pundonor sobre un terreno de juego. Y todo, pese a tener 34 y 36 años, lo que les convierte en dos de los jugadores más veteranos de la categoría.

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'Izco' o ya, el 'Abuel-Izco' (10/11/1971), cabalga en los campos de fútbol a lomos de la misma potencia con la que suele rugir el tractor en el que todas las mañanas se dedica atender unas tierras de su Alhama natal «que me dejó en herencia mi padre». Ahora que puede y que «por fin» vuelve a jugar 'cerca' de su casa, se levanta a las siete «para cumplir con mis obligaciones y estar en faena. Yo cultivo y exploto. Y ya, a media tarde, me voy a entrenar. Al final, el día se suele hacer un poco largo, pero como me gusta el fútbol, no me importa. Cuando he podido, he compaginado ambas actividades». A tenor del cariño con el que se explica, más que un 'hobby', se puede decir que el balompié es su pasión. Y, ojo, una pasión muy bien explotada, porque en los últimas siete temporadas -Granada 74 (1999/00), Lucentino (2000-2003), Linense (2003/04), Portuense (2004/05) y Arenas (2005/06)- ha anotado la friolera de 134 goles, así que no es de extrañar que el suyo fuera uno de los primeros nombres que los representantes empezaron a manejar para ganar dinero en una categoría tan depauperada. Esta campaña ya lleva uno en el Imperio, que «es un club al que le tengo mucho aprecio, porque es donde casi di mis primeros pasos tras haber militado en la UD Alhameña y Santa Fe (1993/94)».

«Casi siempre he estado en Tercera, salvo dos ejercicios con el Guadix CF (1997-1999) en Segunda B. Aparte, no ha habido muchas ocasiones de militar en la categoría de bronce. Y las que se presentaron, no me sedujeron, porque siempre he preferido ser cabeza de ratón a cola de león», sentencia. ¿Y el secreto para estar en forma?, «trabajar mucho durante la semana. Y después, cuidarme. Además, he tenido la fortuna de que he tenido una familia que me apoyó en todo momento. Siempre he sido un futbolista de lucha, así que cuando pierda las facultades para ello, tendré que dejarlo», se resigna.

Quizás porque por entonces, tiene cuerda para rato, quedará muy lejos ese diciembre de 2004 en el que el Granada CF le quiso fichar. Nunca es tarde si la dicha es buena. «Al final -se lamenta- no fructificaron las negociaciones. Y fue una pena. Si esa oferta me hubiera llegado a principios de Liga, no hubiera habido problemas» reseña a modo de conclusión sobre una trayectoria de «la que estoy satisfecho, ya que disfruto y aún sigo rindiendo».

«Me iba a retirar»

«De él no puedo ni hablar bien, sólo maravillas» comenta Diego Martínez, segundo técnico del Arenas, acerca de quien, por edad, es el segundo jugador más veterano del grupo noveno de Tercera: el meta Juan Carlos Fernández (27/07/1970). El que fuera suplente del ruso Rinat Dassaev en el Sevilla, a la sazón también meta de Córdoba (1994/95), Granada (1995-1998), Almería 1998/99), San Fernando (1999/00) y La Oliva (2000-2003), es el profesional por excelencia, el ejemplo a seguir con mayúsculas. Aunque sea al precio de «obligar a mi mujer a que sólo me cocine alimentos a la plancha, pues prácticamente no como ningún guiso. Y aparte, mucha fruta», señala.

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El hispalense también desvela que para mantenerse en forma y ser titular indiscutible, «hay que cuidarte, entrenar a tope y salir poco, que no es problema ya que soy muy hogareño». Y ahora que se trata de uno de los grandes redescubrimientos del balompié provincial -«en el histórico fui muy feliz» - llama poderosamente la atención que «antes de venir a Armilla me tiré diez meses sin equipo. Acabé con La Oliva, y no vi la posibilidad de seguir viviendo de esto. Así que me puse a entrenar por mi cuenta hasta que José Manuel Santos me fichó para jugar en Segunda B». Un premio a su tesón.

Y a fe que ha respondido con nota alta. Óscar Cano, ahora 'míster' del Baza, recuerda que 'El Pescao' -apelativo que se ganó por su piel blanquita- «era siempre el primero en llegar a entrenar y el ultimo en irse. Se ejercitaba en pleno verano con chubasquero para prevenir resfriados. Y siempre pedía más. Aparte, es un sensacional compañero, porque orienta a los más jóvenes y los enseña». «Hago lo que me gusta», manifiesta. «La juventud te transmite vitalidad, el presente son ellos (dice señalando a sus 'compas') y yo quiero estar a su nivel».

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Y así, con esa predisposición al 'curro' y la calidad de las que hace gala, en el último partido paró un penalti, tampoco sorprende que no pocos aficionados rojiblancos lo hayan querido en su equipo para esta campaña. «Mientras el cuerpo aguante y siga trabajando en la misma línea no me plantearé la retirada», regatea ante una cuestión que se nota le seduce, pero que en su opinión «sólo es asunto de equipos y directivos».

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