Secuestro de Maracena

El presunto secuestrador declara por primera vez y lo hace ante la Guardia Civil

El acusado acudió a declarar después de solicitarlo de forma voluntaria, tal y como adelantó IDEAL días atrás. ¿Qué quiere contar? Antes de prestar declaración en sede policial durante la mañana de ayer, había comentado desde prisión y a personas con las que mantenía contacto en las visitas externas varias cuestiones. Una de ellas es que el secuestro lo había hecho porque la víctima estaba presionando mucho a la actual alcaldesa de Maracena, Berta Linares, con la posibilidad de denunciar presuntas irregularidades municipales y que él no soportaba verla pasándolo mal. De hecho, una de esas últimas advertencias de tirar de la manta la emitió pocos días antes de ser secuestrada.

El mismo día del secuestro, el único detenido por estos hechos y exnovio de la alcaldesa maracenera se topó con ella, casualmente, en el municipio y ambos se saludaron. Hay dos versiones: una mantiene que se saludaron a lo lejos y otra, la suya, que ese saludo tuvo un contacto físico.

También el día del secuestro está acreditado que este sujeto se cambió de ropa. No portaba las mismas prendas de vestir cuando secuestró a la concejala que cuando fue detenido, por tanto se cambió en algún lugar de ropa. No se sabe dónde lo hizo, pudo ser en los servicios de un bar, en los vestuarios de unas instalaciones deportivas, en cualquier edificio público con servicios o incluso en una vivienda.

Más allá de lo que haya testificado en sede policial en su primera declaración, sí ha dejado abierta la posibilidad –como una estrategia de defensa– de que alguien más tuviera conocimiento del secuestro.

Todo apunta a que sembrar dudas le puede beneficiar legalmente, a la hora de repartir culpas entre unos y otros, incluidos cargos políticos. Esta primera declaración la efectúa mientras el secreto de sumario está decretado, es decir, él se somete a un interrogatorio policial sin saber qué ha declarado la víctima, así como el resto de testigos.

De todas formas, los expedientes municipales que la víctima llevaba en el coche cuando fue secuestrada sobre supuestas irregularidades municipales abarcarían varios años de gestión en el Ayuntamiento. Otra cosa es que tras la investigación policial y la instrucción judicial se logre demostrar las presuntas irregularidades, la mayoría urbanísticas, advertidas por la víctima.

El presunto secuestrador también tendrá que pasar ahora por sede judicial para ratificar o no la primera declaración prestada ante la Guardia Civil. Y lo único suficientemente claro en estos momentos es que el 24 de febrero el reo secuestró a la concejala Vanesa Romero; que la edil llevaba en el coche documentación municipal donde supuestamente se ponen de manifiesto irregularidades municipales, que ahora se investiga si lo eran o no; y que había una enemistad política manifiesta entre la actual alcaldesa y la edil secuestrada, así como que esta última había advertido ya que iba a tirar de la manta.