

Operación de la Policía Nacional en Granada
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Operación de la Policía Nacional en Granada
Las prostitutas liberadas en Albolote eran multadas si rechazaban clientes sucios o drogadosEstaban obligadas a estar disponibles 24 horas, la inmensa mayoría de su sueldo tenían que entregárselo a sus explotadores -con los que habían contraído una ... supuesta deuda- y eran multadas por múltiples motivos, uno de ellos, rechazar a clientes drogados o que llegaran en condiciones deficientes de higiene. La Policía Nacional informó la semana pasada de la liberación de once mujeres víctimas de explotación sexual, quienes eran obligadas a prostituirse en dos pisos ubicados en dos pueblos de Granada y Almería. IDEAL ha podido conocer más detalles sobre la operación Goya, que ha derivado en la detención de cinco personas y la liberación de once mujeres, seis de ellas en Granada, concretamente en Albolote.
Como ocurre en tantos otros casos similares, eran captadas en sus países de origen, en el caso de las que vinieron a Granada, en Colombia y Venezuela. No eran elegidas por casualidad, tenían familias a las que mantener y situaciones económicas muy comprometidas. Soñaban con darle una buena vida a sus hijos. La organización les pagaba el billete de avión, una reserva de hotel y unos mil euros en efectivo. Las hacían pasar por turistas, pero nada más lejos de la realidad. Al llegar al aeropuerto, eran trasladadas al piso de Albolote. Allí comenzaba su nueva vida como esclavas.
El trabajo venía marcado por una supuesta deuda que habían contraído con la organización por haberlas traído, que rondaba los 3.000 euros. Según fuentes de la investigación consultadas, los primeros meses las ganancias eran nulas; la jefa se quedaba todo el dinero. Los clientes pagaban 50 euros por media hora y 100 por una hora. En general, la jefa se quedaba con el 40% del servicio, a lo que había que sumarle las multas que imponía a las trabajadoras: por rechazar clientes sucios o drogados; por dejarse la luz encendida; por llegar unos minutos tarde; por poner el aire acondicionado si no estaban trabajando, y hasta por dejar el mando del aire en un lugar diferente al habitual. Teniendo en cuenta que estas sanciones rondaban los 20 euros, las mujeres ganaban muy poco o nada.
Estaban disponibles las 24 horas al día, toda la semana. Solo les quedaban unas pocas horas libres, pero tenían la libertad muy limitada. Las cámaras de vigilancia controlaban cualquier movimiento y en algunos casos les retiraban el pasaporte. Además, vivían completamente hacinadas. Todas dormían en un mismo cuarto, el resto de habitaciones estaban destinadas solo a la prostitución.
En el piso había dos tipos de clientes, según detallan las mismas fuentes. Por un lado, aquellos que contrataban los servicios sexuales, que pasaban en el interior del mismo entre media hora y una hora. Por otro, quienes acudían en busca de droga, previo encargo. En apenas unos minutos salían del domicilio con marihuana o cocaína. Sin embargo, ambas partes estaban relacionadas, como es habitual. La venta de sustancias estupefacientes tiene un fin lucrativo que va más allá de las ganancias por su valor. Los que la consumen allí pierden la noción del tiempo y los servicios sexuales se alargan. En otras palabras, acaban desplumados.
De los cinco detenidos, dos de las mujeres quedaron en libertad tras prestar declaración en dependencias policiales. Según fuentes judiciales consultadas, de los otros tres (dos varones y una mujer), tras pasar a disposición judicial, todos fueron enviados a prisión provisional. Sin embargo, uno de ellos ha quedado posteriormente en libertad bajo fianza, al conseguir reunir el dinero necesario para pagarla.
Los delitos por los que se les investiga a los detenidos son los de pertenencia a organización criminal, prostitución coactiva, contra la salud pública, trata de seres humanos con fines de explotación sexual, favorecimiento de la inmigración ilegal y tenencia ilícita de armas.
La operación Goya ha sido desarrollada por agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Granada, contando con la colaboración de la de Almería y la local de El Ejido. En los seis registros llevados a cabo intervinieron más de 75.000 euros, cocaína, hachís, marihuana, dos armas de fuego cortas y una de aire comprimido, junto con munición de diverso calibre.
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