Resignación y sospecha en Cenes de la Vega

Barbaridad, sorpresa, impresión, una pena, todos los años igual. Con estas palabras hablan los vecinos de Cenes de la Vega mientras siguen sus rutinas de sábado, a pesar de que el paisaje normal es más negro que la semana pasada. No tan cautos como su alcalde, que ayer dijo que «hay que esperar a los resultados de la investigación», muchos hablan ya de incendio intencionado y creen que hay falta de prevención y respuesta.

Mientras la mayoría de la gente hacía sus compras o paseaba, las miradas se iban de vez en cuando a la ladera quemada, al otro lado del Genil, negra y gris. «El problema es que no controlan la vegetación, no hay limpieza en las cunetas y cerca de las casas. Entonces llega el verano y toda la gente, igual que el año pasado, y pasa esto. Todos los años igual», dice José, vecino de Cenes desde 2010.

Antonio, camarero de un bar en la calle principal, reconoce que no se lo esperaba y destaca lo «impactante» de las llamas, que alcanzaron el jueves varios metros de altura. «Lo vimos desde casa de mi hermana y enviamos unas fotos al periódico», dice.

Isabel, de Granada pero con casa en Cenes, se muestra «apenada» y habla de que «le han metido fuego a cosa hecha».

Piensa lo mismo Elisabeth, vecina de Cenes todo el año y madre de un niño que estaba en la escuela de verano. Celebra que no corrieron peligro en ningún momento, «aunque los niños estuvieron un poco nerviosos, porque las llamas se veían muy cerca». Además, deja claras sus sospechas: «Creo que ha sido provocado».

Por su parte, la gerente de Aquaola, Raquel Rodríguez, explica que el parque acuático se ha visto perjudicado «porque mucha gente piensa que hemos cerrado y creen que no pueden venir, pero no es así». Los responsables del parque brillaron el pasado jueves por su capacidad de respuesta, ya que «cuando llamaron los del Infoca para recoger agua de la piscina grande, nosotros ya la habíamos desalojado.Tenemos la experiencia de otros años».