![Media luna para contener el agua](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/pre2017/multimedia/noticias/201409/01/media/cortadas/media-luna-bucor-jeg--575x323.jpg)
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Juan Enrique Gómez
Viernes, 5 de septiembre 2014, 00:56
Íberos y romanos sabían que había que regular la fuerza y el uso del agua de los ríos que desde las montañas regaban los valles de Ilíberis, aprovecharlos y contener su ímpetu en beneficio de los reducidos núcleos de población diseminados a lo largo del eje de conexión entre el norte y el sur peninsular, en lo que llegó a ser el entorno del extremo sur de la Vía Augusta entre Hispania y las Galias, que discurría junto a Iznalloz, Guadix y Baza. Lo hicieron mediante complejas construcciones de piedra que más de dos mil años después aún cumplen con su cometido de canalizar, regular, distribuir y servir de captación de agua potable y de riego, para los valles donde fueron ubicadas. Son presas realizadas en los cauces de dos de los ríos que desde las sierras sur de Jaén, el Velillos, y las estribaciones de Sierra Arana, el Cubillas, bajan para encontrarse y caminar juntos hasta el Genil. Les llaman medias lunas por la forma en que la presa cruza el cauce y embalsa el agua en su parte superior para dejarla caer en forma de cascada a lo largo de su estructura semicircular.
En el río Cubillas hay catalogadas varias obras hidráulicas que se atribuyen a los romanos, e incluso a los pobladores íberos. Hace más de 2.200 años, los habitantes de poblaciones que hoy se conocen como Iznalloz, Deifontes y Pinos Puente, construyeron captaciones, acueductos y tres presas de media luna en el cauce del Cubillas. Dos de ellas entre el nacimiento del río y Deifontes, la del Sombrerico y la del cortijo de Barcinas, y una tercera que con el paso del tiempo ha quedado englobada dentro del casco urbano de Pinos Puente. Las dos últimas se encuentran en puntos de fácil acceso y pueden ser contempladas casi a pie de calle y carretera.
En el río Velillos, con un caudal irregular, tumultuoso en épocas de lluvias y muy reducido en el estío, hay otra gran media luna junto a Búcor, la ciudad iberoromana de Ilurco, al pie del cerro de los Infantes y muy cerca de Olivares.
Tras dos milenios de embalsar y regular los caudales de los ríos, las medias lunas del Cubillas y Velillos, son la clave para el mantenimiento de la biodiversidad de su entorno. Han naturalizado ecosistemas de ribera, e incluso generan hábitats de humedal, con especies propias de espacios lagunares. Es factible encontrar, aunque generalmente de paso, garcillas, garcetas, polluelas, diversas especies de ánades y pequeños insectívoros, además de bandos de golondrinas y aviones que aprovechan la lámina de agua para cazar insectos. Los mamíferos, como zorros, jinetas, garduñas, roedores, e incluso cabras y jabalíes, tienen allí lugares donde beber y comer.
(Reportaje completo, fotogalería, ¿Dónde está? ¿Cómo llegar? Coordenadas de situación, vídeos y fichas de fauna y flora en Waste Magazine).
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