Trincheras ocultas en el camino de Deifontes

Lo había visto desde la carretera que tras la estación de Calicasas lleva hacia la localidad de Deifontes. Antonio Aguilera, gerente de la empresa de turismo activo Pedales Granada, se sentía fascinado por el viejo búnker que asomaba entre unos pinos sobre el cauce del río Cubillas. El acceso era imposible, por lo que hace unos días decidió acercarse a esta estructura de la Guerra Civil por detrás, desde los llanos de Taula. «Solo era posible llegar a través de un carril entre olivos, y tras caminar con la bicicleta al hombro más de un kilómetro y medio por una zona enmarañada entre pinos y matorral», dice Aguilera. El esfuerzo tuvo su compensación. Al llegar al búnker se encontró con que la estructura de la Guerra Civil no era únicamente el nido de ametralladoras cubierto y construido con tierra y piedra compactada, sino que formaba parte de una intrincada red de trincheras, con más de un kilómetro, que recorren gran parte de dos lomas separadas por un profundo barranco.

Antonio Aguilera, experto en recorridos ciclistas por los lugares de más difícil acceso y buen conocedor de las estructuras defensivas de la Guerra Civil en la provincia de Granada, incluso las más recónditas como las del Peñón de la Mata o los llanos de Silva, en esta misma zona, sabía que estaba ante el descubrimiento de una infraestructura ya histórica que no está inventariada ni forma parte de los circuitos que son estudiados por historiadores y arqueólogos, como las que se sitúan en diferentes puntos del Parque Natural de la Sierra de Huétor o en la cercana Sierra Arana. «Había algo que me llamó especialmente la atención: unas dependencias casi enterradas, de las que solo sobresalen parte de unos arcos y unos agujeros. Es fácil comprender que se trataba de dormitorios para los ocupantes de las trincheras y, algo que no se da en el resto de las conocidas en Granada, agujeros que hacían las veces de chimeneas», afirma este guía de turismo activo que con su empresa, Pedales de Granada, se dedica de forma profesional a organizar rutas con personas llegadas desde toda España y otros países y conoce los rincones más recónditos de la geografía provincial.

Entre pinos

La trinchera está trazada entre los pinos y la zona de matorral. Posee una profundidad de algo más de la altura de un hombre, pero se encuentra completamente rellena de tierra, por lo que es difícil de divisar hasta que alguien no se sitúa casi encima de ella. «Las trincheras de los nacionales se hacían con hormigón y las de los republicanos, generalmente, eran de tierra y piedra, por lo que están más camufladas con el terreno y son más difíciles de ver», explica. De hecho, tuvo que volver sobre sus pasos, cruzar a la loma contigua a la del búnker para poder detectar la línea en zigzag de la estructura defensiva. El hallazgo lo comunicó a los especialistas del Grupo de Desarrollo Rural Alfanevada, que han cartografiado y documentado las trincheras del arco noreste de la Vega de Granada y gran parte de la provincia. «El arqueólogo Sergio Fernández se ha mostrado muy interesado y sorprendido por el descubrimiento y espera que el Ayuntamiento de Albolote, al que pertenecen los terrenos donde están situadas, se interese en la recuperación de estos vestigios de una parte de la historia reciente».

Desde la A-44, y la carretera de Deifontes que discurre junto a la autovía, solo se divisa el búnker desde el que los milicianos vigilaban el valle del Cubillas. No es fácil de localizar si no se sabe hacia dónde mirar, ya que está semioculto por la vegetación, pero a partir de ahora es posible que se convierta en un punto de referencia para esta zona y se le conozca como las 'trincheras de Aguilera'.