Kaa en el momento de ser liberada en Sierra Morena tras haber sido capturada la pasada semana en Sierra Arana y trasladada a su lugar de origen.

Granada, territorio de linces

El viaje de 'Kaa' desde Sierra Morena reaviva la inclusión de la provincia como hábitat para este felino ibérico amenazado de extinción

Juan Enrique Gómez

Jueves, 8 de octubre 2015, 01:40

La presencia durante casi un mes de una lince llamada Kaa en las proximidades de la Venta de la Nava y la sierra de las Cabras, entre Deifontes y Sierra Arana, ha reabierto los expedientes e investigaciones que se realizaron hace tres años para convertir esta zona de la provincia de Granada en territorio de linces y uno de los lugares donde reintroducir ejemplares de este felino ibérico amenazado de extinción con el objetivo de conseguir el desarrollo de poblaciones permanentes de una especie protagonista de uno de los programas de recuperación de fauna autóctona más importantes de Europa. Kaa, con su viaje de más de 100 kilómetros desde el río Guadalmellato, en Sierra Morena, hasta tierras granadinas, antiguo hábitat de sus congéneres, ha conseguido que se vuelva a estudiar una parte del proyecto que había sido aparcado sin visos de continuidad.

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Miguel Ángel Simón, director de Life-Iberlince para la Recuperación de la Distribución Histórica del Lince Ibérico en España y Portugal, confirma que la zona de Sierra Arana cumple con los requisitos necesarios para poder mantener una población de felinos de esta especie, pero advierte que hay, por el momento, «un peligro potencial que no nos podemos permitir: la carretera entre Iznalloz y la A-92, que posee una altísima densidad de tráfico, con más de 4.000 vehículos diarios, aunque el territorio posee la orografía y los condicionantes que estos animales necesitan, como una densidad de conejos importante, matorral, áreas de cultivo entre sierras y cauces de agua, además de ser una zona histórica de presencia de Lynx pardinus (Lince Ibérico)».

El responsable de los programas de reintroducción tiene puestas sus esperanzas en la obra de desdoblamiento de la carretera. «Puede parecer raro que se diga que es mejor una autovía que una carretera antigua, pero la realidad es que las vía modernas están valladas y además se construyen con pasos para la fauna, y hemos comprobado que los linces los utilizan para atravesar las autovías, y las antiguas no los tienen, por lo que el peligro de atropello es máximo». La carretera, confirma Miguel Ángel Simón, pasa junto a zonas de montebajo, cauces de ríos, caminos de ganado, y áreas con una gran cantidad de conejos, «El índice de mortandad no sería asumible».

En el caso de que el viejo proyecto de la carretera se active, comenzarán los contactos con diversos sectores sociales y económicos de la comarca, «ya que todo hay que hacerlo de forma consensuada y conseguir la aceptación de las gentes, ya que por el contrario sería dejar a los linces en un territorio inseguro y sin posibilidades de generar una nueva población».

No puede asegurar que la carga genética de la lince de dos años y cuatro meses que decidió buscar nuevos espacios sea la causa de que eligiese una ruta hacia el sur que le llevó hasta Granada, «pero está comprobado que algunos linces, en caminos desconocidos para ellos, pasan exactamente por el mismo lugar que ya utilizaron otros individuos de su especie, incluso en el pasado». Kaa, caminó hasta Granada por sierras, campos, pueblos, áreas industriales, barrancos, vadeó ríos y arroyos, hasta que encontró un hábitat adecuado. «No se puede decir que sea el viaje más largo que ha hecho un lince que abandona su territorio de origen, ya que recientemente recuperamos uno que desde Córdoba llegó a Portugal, pero sí es un viaje cargado de dificultades».

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Que Granada vuelva a ser territorio de linces está ahora en la mesa de los responsables de carreteras que deben activar una obra olvidada y reconvertir la conexión entre la A-44 y la A-92 en la vía rápida que evite el paso por el Puerto de la Mora.

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