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Juan Enrique Gómez
Jueves, 3 de diciembre 2015, 00:30
Entre las rocas karsticas de colores grises, aparecen pequeñas almohadillas de ramas rodeadas de pequeñas hojas verdes. Han logrado brotar a través de las grietas de un territorio escarpado y de acceso casi imposible en plena sierra de Tejeda. Son brotes de tejos, de una especie arbórea considerada como de las más antiguas del mundo, la única euroasiática que se mantiene desde el jurásico y que en Granada posee sus poblaciones más meridionales. Forman parte de las plantaciones que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha realizado durante varios años para intentar su recuperación, ya que en territorio andaluz aún se encuentra en peligro de extinción y que en otras épocas llegó a formar verdaderos bosquetes que pusieron nombre a la propia sierra de Tejeda, la divisoria de las provincias de Granada y Málaga.
Recuperar las tejedas de esta sierra, o al menos incrementar el número de ejemplares para que puedan tener posibilidades de sobrevivir en el tiempo, era el objetivo del equipo de trabajo coordinado por el ingeniero forestal Antonio Pulido, que llegó a plantar más de 600 ejemplares de Taxus baccata (nombre científico del tejo) en altitudes comprendidas entre 500 y 1.800 metros. «Es un árbol que casi había desaparecido del sur de la Península Ibérica, a pesar de que se le consideraba como el árbol perpetuo por su impresionante longevidad», afirma Antonio Pulido, que se siente satisfecho al comprobar 'in situ' como muchos de los arbolitos plantados por los equipos de trabajo de la Consejería de Medio Ambiente han logrado agarrar y ya se pueden considerar ejemplares viables, tanto en la sierra de Tejeda, como en la Tejeda de los Castillejos en Alhama y en algunos puntos de Sierra Nevada, donde han trabajado en colaboración con el Parque Nacional y Natural.
Según los datos de los botánicos del parque, en el territorio nevadense también se han realizado plantaciones y un trabajo especialmente destinado a conocer las características genéticas de los ejemplares que crecen en zonas como las inmediaciones del Trevenque. José Miguel Muñoz, biólogo del Parque Nacional, asegura que algunos de los árboles pueden tener una edad que supera el millar de años.
La Universidad de Granada ha realizado, asimismo, estudios para conocer la realidad de las tejedas de la provincia de Granada y poder elaborar planes de conservación.
Preservar
«No debemos dejar que se pierda una especie que forma parte del territorio y el paisaje de provincias como Granada y Málaga desde tiempos muy remotos», comenta Antonio Pulido, que recuerda que este árbol ha sido especialmente 'atacado' por el hombre, ya que la dureza de su madera, unida a su flexibilidad, le hacía ideal para la fabricación de arcos y ballestas. Los bosquetes de tejos eran talados en su totalidad para hacer armas de guerra y como elementos de construcción. Además, cuenta Antonio Pulido, se le perseguía por su toxicidad para algunos herbívoros, especialmente los équidos. «Se decía que 'caballo que come tejo, caballo muerto', por lo que eran talados sin consideración alguna». La alta densidad de su madera también ha sido uno de sus problemas de supervivencia, ya que los pastores le prendían fuego desde dentro y por debajo para tener calor durante mucho tiempo, ya que tardaba días en consumirse.
«Pero el tejo es considerado el árbol eterno, porque cuando el tronco se ahueca en el centro, puede hacer que una de sus ramas crezca hacia adentro, llegar al suelo, enraizar y volver a crecer», dice Pulido, que comenta que algunos de los tejos que existen en la provincia de Granada pudieron nacer hace más de tres mil años. De hecho existen restos de maderas de tejo asociadas a fenicios, íberos, romanos y árabes.
En la sierra del suroeste granadino, entre pedregales, hay pequeñas reservas rodeadas de mallas metálicas para evitar el paso de ganado. Son los lugares donde poco a poco, a un ritmo de menos de tres milímetros al año, crecen nuevos tejos, la avanzadilla para recuperar la especie que nominó la sierra de Tejeda.
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Rocío Mendoza | Madrid y Lidia Carvajal
Amanda Martínez | Granada, Amanda Martínez | Granada y Carlos Valdemoros | Granada
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