La mujer de Baza murió asfixiada y el marido se suicidó de un disparo

La autopsia ha revelado que Ramona Muñoz murió asfixiada y no de las heridas de arma blanca que presentaba. Su marido se suicidó tras dispararse con la escopeta de caza que tenía en casa. Los datos de la autopsia y la investigación policial cada vez dejan menos espacio a la duda de que el crimen de esta mujer responde a un nuevo caso de violencia de género, aunque las fuentes oficiales del área de Violencia de Género de la Subdelegación del Gobierno, de momento, no han confirmado públicamente este extremo.

El cuerpo de esta mujer, de 59 años y natural del anejo Las Vertientes, perteneciente a la localidad de Cúllar, apareció junto al 'hall' de entrada de la vivienda de la calle Zapatería número 8 del municipio de Baza, donde ocurrieron los hechos. Las primeras investigaciones, según fuentes consultadas por este periódico, apuntan a que en el interior de la casa debió haber un importante forcejeo y la mujer intentó huir hacia la calle pero no logró abrir la puerta de la casa.

Poco después, el marido se suicidó tras dispararse con la escopeta que solía utilizar para salir de caza muchos fines de semana. Anteriormente a este suceso, no consta ninguna denuncia por malos tratos de la víctima hacia su presunto agresor. Ni siquiera los más allegados a este matrimonio hablan de violencia de género, sino de un trágico episodio de desequilibrio mental del marido que estaba en tratamiento por una depresión, tal y como han confirmado vecinos y familiares de Miguel Benítez, marido de la víctima de 61 años que acabó suicidándose.