f. w. alanzor
Viernes, 2 de junio 2017, 01:55
Melegís, Restábal y Saleres forman El Valle, un lugar que permanece casi escondido en nuestra geografía pero con mucho que ofrecer.
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Es típico recorrer sus carreteras y encontrar naranjos que adornan el paseo, o recorrer sus parajes entre enorme vegetación verde y tranquila. Llama la atención las vistas al pantano desde muchos puntos del municipio o el pequeño homenaje a las víctimas de la Guerra Civíl que encontramos en la carretera, sutil pero reflexivo.
Un lugar que para muchos es el paraíso ya que El Valle guarda entre sus rincones unos paisajes excepcionales, gastronomía diferente y una oferta natural muy variada. No es de extrañar que muchos queden enamorados de este lugar, como le ocurrió al hispanista Ian Gibson, enamorado de Granada desde muchos años y residente de El Valle desde los años noventa del siglo pasado hasta hace unos años.
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