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Dos bicicletas de juguetes ocupan la puerta del centro de salud de Darro. Una escoba, una cortina y una manguera en el acceso de la planta superior dan fe de la vida que hay en el interior. «El coche aparcado indica que los okupas están en el interior», dice un vecino mientras señala un Audi de color gris estacionado dentro del terreno en el que se ubica el consultorio. La familia, con dos hijos menores, residen el piso de arriba desde el pasado 8 de agosto, cuando okuparon las instalaciones mientras el pueblo se manifestaba en contra de las agresiones que los sanitarios sufrieron ese mismo mes en la localidad.
IDEAL acudió en el día de ayer a Darro y habló con uno de los okupas. El hombre prefiere no mostrar su rostro ante la cámara, pero afirma con rotundidad que «no se van a marchar porque no tienen a donde ir». «El alcalde tiene dos opciones: hacer un nuevo centro médico o darnos una casa», dice. Piden al Ayuntamiento un alquiler social ya que aseguran que su anterior vivienda tenía el tejado roto y ahí no podían seguir. Cuenta que las humedades «estaban desde hace años» y que «si la parte de abajo sigue vacía, intentarán okuparla también para hacer una cochera».
No obstante, insiste en que están dialogando con el alcalde para «llegar a un acuerdo» entre ambas partes.
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