La alcaldesa de Granada que limpia para ahorrarse pagar horas extra: «La caja está vacía»

A ella le da un poco igual tener que remangarse, el problema es que le preocupa que la mala situación de las arcas públicas acabe afectando al servicio que se les presta a los ciudadanos. «Creo que al final saldremos, pero nos va a tocar hacer encaje de bolillos», cuenta desde su despacho, mientras hace cuentas.

Así lleva desde que tomó posesión el pasado 17 de junio. Incluso ya ha tenido ocasión de reprocharle a los socialistas, que han ostentado el bastón de mando los últimos ocho años, que se han pasado con los gastos. De acuerdo a lo que dice, el Ayuntamiento está hoy «endeudadísimo». Cuenta que solo desde abril se ha generado un pasivo de casi un millón de euros con los proveedores y que, por ejemplo, a los trabajadores se les debe solo en concepto de horas extra otros 100.000. Eso sin contar los préstamos financieros u otras cosas que no saca a colación para no perderse en la nube de números.

Solo dará otra cifra: 43,03. Esos son los euros que dice haberse encontrado en la caja de la concejalía responsable del área de Cultura, Festejos, Educación y Deportes. «Lo vimos cuando fuimos a preparar los planes de mantenimiento y limpieza que siempre se hace en los colegios antes de que comience el curso, y nos obligó a realizar una modificación presupuestaria urgente», cuenta Mari Carmen Ros, que ahora tiene 123.000 euros que ha cogido de otra partida para lo que le queda de año. Vegas tiene por delante celebrar las actividades de verano de agosto, la fiesta de Ambroz, una de sus localidades, la Noche de Halloween o la Navidad.

–¿Cómo lo haréis?

–Pues moderando el gasto lo máximo que se pueda. Iremos a lo más barato. Si antes contratábamos a una orquesta, pues ahora a un dúo. Y seguiremos sin generar más horas extra, entre otras cosas. Lo que no queremos es recortar servicios esenciales como la limpieza diaria, por ejemplo, y creo que así podremos evitarlo.

El actual equipo de gobierno, que ostenta nueve de los 17 ediles que conforman el pleno de Vegas del Genil, tendrá que estar con el cinturón apretado hasta el próximo año. Al menos en cuanto al gasto corriente, pues el pueblo en su día se acogió a un plan de ajuste gubernamental para ir quitándose de encima deuda financiera. Pero esa es otra historia.

Ros sabe que le tocará seguir remangándose hasta que apruebe y tenga en vigor el próximo presupuesto. Tiene claro que Vegas no puede disparar «con pólvora del rey», que cree que es lo que ha hecho el equipo de gobierno socialista, al que acusa de provocar una realidad difícil de afrontar.

Leandro Martín (PSOE) fue alcalde de Vegas del Genil entre 2015 y 2023 y niega que dejara 'vacía' la caja.«¿Quién querría ser alcalde en un Ayuntamiento en ruinas?», ironiza el ahora portavoz socialista, que recuerda que tanto él como la hoy alcaldesa se disputaron el bastón de mando en las últimas municipales de mayo. «Los números son públicos. No es difícil por tanto desmentir un relato de los hechos sesgado. Que se gastó algo más el año pasado es verdad, que no queda dinero, es completamente falso. Si no, ¿cómo entonces han podido hacer una modificación presupuestaria? Si no hay dinero, es imposible hacerlo», señala visiblemente molesto.

Martín cree que el problema radica en que las prioridades del nuevo equipo de gobierno no encajan con las que él tenía; y claro, él hizo el presupuesto de este año en función de las suyas, y «no de las del PP, como es lógico». «También me pasó a mí cuando llegué en 2015. Mi prioridad ha sido crear un Centro de Información de la Mujer... ellos tendrán otras, claro, por eso no se han presentado con nosotros y sí lo han hecho por otro partido», añade el socialista.

Martín reconoce que hay facturas pendientes, pero que tampoco se puede confundir «presupuesto con dinero». Porque, según dice, quedan ingresos por llegar antes de que acabe el año. Lo recaudado por el IBI, el impuesto de circulación... El socialista se pregunta si es que Vegas va a ser el único ayuntamiento que no los cobre; lo dice más que nada para que lo avisen: «Porque si es así, no les hago el ingreso», responde sarcástico.

Sea como fuere, Ros está dispuesta a seguir haciendo lo que haga falta para ahorrarle dinero al pueblo. La última ha sido buzonear las actividades de verano. Aunque los suyos le 'riñen', ella dice que no «se le caen los anillos» por hacerlo: «Soy así», sentencia.