Incendio en Granada

Arde el surtidor de una gasolinera de Huéneja al chocar un coche y un empleado apaga el fuego

Los hechos ocurrieron en torno a las 17.00 horas, cuando un vehículo que circulaba a gran velocidad salió de la A-92 en dirección a la estación de servicio de Huéneja, en el kilómetro 321. Se estampó contra el surtidor de gasolina, del que colgaban ocho mangueras, con tanta fuerza que lo desplazó unos quince metros. A los pocos segundos se inició un incendio debajo del vehículo.

Los trabajadores sabían que tenían que actuar rápidamente; les preocupaba que el fuego provocara una explosión, al tratarse de un espacio muy delicado. Por suerte, las medidas de seguridad hicieron efecto. Cuando hay un golpe, las válvulas de combustible se cierran para que no salga líquido. Y así fue. Los empleados acudieron rápidamente a la zona del fuego, mientras uno de ellos corría en dirección contraria. Era Jorge, que iba a coger el extintor. «Conseguí apagarlo, fueron unos quince minutos de tensión», cuenta Jorge.

A la par, había que ayudar al conductor a salir. Lo hizo por su propio pie y mencionaba que sentía dolor por el golpe, pero su estado de salud era bueno. De hecho, no hizo falta la presencia de los servicios sanitarios, como ha confirmado el servicio de Emergencias 112. Activaron también a Guardia Civil y Protección de carreteras, aunque finalmente tampoco fueron necesarios. Sí acudieron Bomberos de Guadix; cinco bomberos, una bomba urbana ligera, un furgón de salvamentos varios y la Unidad de mando y jefatura, que terminaron de extinguir el incendio.

Jorge sintió un «alivio» tremendo cuando comprobó que no había daños personales, solo materiales. «Sabía que había medidas de seguridad, pero en ese momento pensaba que íbamos a explotar todos si no actuaba», admite. El surtidor quedó totalmente destrozado y este viernes había bastantes restos de hollín.

Por su parte, Antonio, dueño de la estación de servicio, no se encontraba en aquel momento en el negocio, pero todos le avisaron en cuanto apagaron el fuego. Está más que orgulloso de la actuación de sus trabajadores, sobre todo de Jorge. «Cuando todo ocurrió su turno ya había acabado, había venido a tomar café y gracias a él se solucionó rápidamente. Le daría una medalla», insiste. Sus empleados, que rondan la decena, han arrimado el hombro después de lo ocurrido. «El personal que tenía que venir por la tarde se ha presentado aquí a las 7.30 horas para ayudar a limpiar. Estoy muy agradecido con todos ellos», concluye Antonio, que espera sustituir lo más rápido posible el surtidor para volver a ofrecer sus servicios con normalidad.