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Un agente revisa el lugar del trágico suceso.

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Un agente revisa el lugar del trágico suceso. ALFREDO AGUILAR

«Buscaban a otro pero, como no lo encontraron, se liaron a puñetazos con Juan»

Íllora, conmocionada por la muerte de un joven de 19 años tras sufrir una agresión al salir de la feria. Los vecinos, hartos de la tensión que se vive en el pueblo, han convocado una concentración en la plaza del ayuntamiento

Lunes, 15 de agosto 2022, 17:30

Ferragosto en Íllora. Una veintena de chavales, más que suficientes para llenar un aula del colegio, guarda silencio frente a la casa de Juan. Ayer, como todo el mundo, bailaron y rieron en las fiestas del pueblo hasta bien entrada la madrugada. Ahora, entrelazados los hombros, los pies y las manos, no entienden «absolutamente nada de esta puta vida».

Juan murió a las siete de la mañana, a cinco minutos de casa y a 19 años del principio. Iba con su novia, de la mano, y con un grupo de amigos. Según relatan los testigos, «miembros de un clan familiar muy conocido» asaltaron a los jóvenes a la salida de la caseta disco de la feria, en la calle Diego de Siloé. «Buscaban a otro pero, como no lo encontraron, se liaron a puñetazos con Juan». Al parecer, el joven recibió un empujón, cayó de bruces y se golpeó la cabeza con fuerza. «En el suelo siguieron dándole patadas por todas partes», dicen. Juan, sangrando, intentó huir, pero solo consiguió avanzar veinte metros, hasta la esquina de la calle Jardines, donde perdió el conocimiento.

«Qué pena, por Dios, estás divirtiéndote y por una de estas cosas...»

«Vi al chaval en el suelo y llamé al 112», recuerda José Luis, uno de los vecinos que se despertó con el alboroto. «Me dijeron que la ambulancia iba en camino. El del suelo era Juan, un chaval bueno, muy bueno. Qué pena, por Dios, estás divirtiéndote y por una de estas cosas...». Cuando José Luis abrió la puerta, a las 6.40 de la mañana, se encontró con una marabunta en la calle, al menos un centenar de jóvenes corriendo y gritando. Durante la estampida, los asaltantes hirieron a otro joven, que también tuvo que ser atendido por los sanitarios. A Juan, sin embargo, no pudieron salvarle. La lesión en la cabeza le produjo la muerte, pese a los intentos de reanimación de médicos y enfermeros. En cuestión de minutos, la pesadilla despertó a los vecinos de Íllora.

«Mi hija estuvo aquí y ahora tiene un ataque de ansiedad bastante fuerte»

Flecha pegada por los agentes de seguridad en el suelo de la calle Diego de Siloé para indicar el reguero de sangre de la víctima. A. AGUILAR

«Fue un horror. Estaba en la cama con los niños y escuchábamos los alaridos y los golpes. Era como una explosión», relata otra vecina de la zona, cerca del ferial. «Esto no es nuevo -resopla-. Esto se veía venir». La Guardia Civil ya ha identificado a dos varones por su presunta relación con el ataque mortal a Juan, pero siguen huidos. Morgan, vecino del pueblo, cruza en coche la calle Diego de Siloé, con los nudillos blancos sobre el volante: «Mi hija estuvo aquí y ahora tiene un ataque de ansiedad bastante fuerte. Esto no se puede consentir más». Él asegura que los mismos que asaltaron a los jóvenes esta madrugada son los que el pasado 24 de diciembre le dejaron inconsciente mientras repartía el pan. «No denuncié por miedo a las represalias, me hubieran quemado el local. Pero debemos decir basta, por la seguridad de todos».

El miedo y la frustración son evidentes en Íllora. Otra madre, incapaz de contener las lágrimas, para ante los micrófonos de la televisión. «¡Juan se llevaba dos días con mi niña! Era un estudiante buenísimo, de buena familia. ¡No hay derecho! ¡Han sido ellos!», les cuenta. Unos minutos más tarde, compungida, vuelve al lugar y pide a los periodistas que no muestren su cara, «por miedo a las represalias».

«¡No hay derecho! ¡Han sido ellos!»

La angustia de este 15 de agosto ha llevado a los vecinos de Íllora a convocar este lunes una concentración en la plaza del Ayuntamiento, refrendada por el propio alcalde, Antonio Salazar: «Los ciudadanos quieren mostrar su repulsa por lo sucedido y protestar contra el presunto agresor. Se prevé una asistencia multitudinaria, todo el pueblo se sumará».

Salazar, visiblemente afectado por la tragedia, fue el encargado de anunciar la cicatriz en el calendario. «Estos hechos hacen necesario acordar la suspensión de toda la programación de las Fiestas Patronales en Íllora como muestra de respeto y dolor compartido con la familia del fallecido». El entierro de Juan será este martes, 16 de agosto, día de San Rogelio, patrón de Íllora.

A. A.

Antes de la manifestación, frente a la casa de Juan, el silencio de los chavales es solemne, inmenso, sobrecogedor, frustrante, terrible y escandaloso. Dos de ellos, con la garganta retorcida, intentan recordar a su amigo.

-Es que Juan era muy bueno. Bueno de verdad.

-Sí. Juan era.

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