![El catedrático alpujarreño Juan Mingorance presenta su obra 'Nad ima. Los senderos del amor'](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/202112/05/media/cortadas/vilchez-kFGD-U160171814575HnB-1248x770@Ideal.jpg)
![El catedrático alpujarreño Juan Mingorance presenta su obra 'Nad ima. Los senderos del amor'](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/202112/05/media/cortadas/vilchez-kFGD-U160171814575HnB-1248x770@Ideal.jpg)
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El ilustre escritor de Mecina Bombarón, Juan Mingorance Pérez, entre otras cosas, director durante 31 años del Centro de la UNED de la Seu d'Urgell, catedrático de Filosofía y poseedor de la Medalla de la Orden del Mérito Civil, ha presentado en el pueblo que lo vio nacer y crecer su magnífica obra titulada 'Nadima. Los senderos del amor'.
Al acto han asistido muchísimos alpujarreños y personalidades, entre ellas, el alcalde y la teniente de alcalde del municipio de Alpujarra de la Sierra, José Antonio Gómez, y Rocía Castillo, respectivamente; la subdelegada del Gobierno de España en Granada, Inmaculada López Calahorro; el diputado provincial de Asistencia a Municipios, Juan Antonio Palomino Molina; la presidenta del Centro Artístico, Literario y Científico de Granada, Celia Correa Góngora; el capitán jefe de la quinta compañía de la Guardia Civil con sede en Órgiva, José Jesús Orzáez Iglesias; miembros de la Asociación Cultural Poeta Juan Gutiérrez Padial de Lanjarón, con su presidente a la cabeza, Fernando Rubio; el catedrático de Historia de la Música de la Universidad de Granada (ya jubilado) Antonio Martín Moreno; y el profesor de la Universidad de Málaga, Manuel Peregrina del Río.
Las personas que tomaron la palabra elogiaron y valoraron muchísimo el trabajo y la labor de Juan Mingorance. Derroche de sabiduría y amor a la naturaleza y a sus semejantes. Mingorance, residente en Andorra, y cuando puede, en Mecina Bombarón, posee la Encomienda al Mérito Civil otorgada en 2015 por el Rey Felipe VI. Su novela está dedicada a sus padres, Miguel y Trinidad y a sus hijos Sergio y Canólic.
La obra, de 265 páginas, narra vivencias en otros tiempos y algunas cacicadas que se produjeron en su tierra. Juan valora mucho a los seres humanos. Él piensa escribir una novela de talante universal. El libro, como Juan indicó, «es un homenaje a la mujer alpujarreña que ha sufrido y que ha trabajado por sobrevivir. Las mujeres siempre se encuentran muy limitadas por el hombre porque le desvía sus deseos, pero aquí en el libro, aparecen mujeres muy potentes y poderosas».
Juan Mingorance nació en Mecina Bombarón el 12 de abril de 1944, y tiene un hermano, Miguel, y tres hermanas, Trinidad, Remedios y Marisol. A corta edad Juan comenzó a trabajar en el campo de sol a sol. Eran tiempos muy difíciles para los no pudientes. Los ricos pasaban buena vida y los pobres las pasaban canutas. Juan, a los 16 años no sabía mucho de letras. Solo las cuatro reglas que le enseñó su progenitor, un buen hombre sin doblez que le gustaba cultivarse y aprender mucho.
Mingorance tuvo la suerte de conocer a un sacerdote, Juan Medina, con mucho sentido a la musicalidad y lo cautivó. Mingorance aprendió mucho con este cura. Juan Medina envío a Juan Mingorance al Seminario Menor de Granada, en la Placeta de Gracia, para que estudiara y allí estuvo ocho años sin perder el tiempo. Después estuvo dos años en el Seminario Mayor. Luego marchó a Madrid para estudiar Filosofía en el célebre Colegio Mayor San Pablo. Juan Mingorance es catedrático de Filosofía de Instituto, con una tesis doctoral sobre Michel Foucault (filósofo, historiador, sociólogo y psicólogo francés) 'La pasión por encontrar una nueva forma de pensar'.También ha escrito varios libros. Uno de ellos sobre el amor y libertad, un libro muy académico y muy difícil porque fundamenta el amor en un sentimiento metafísico. Juan ha sido director de un Instituto de Andorra.
También puso en marcha un centro de la UNET en Seo de Urgel y fue su director durante 31 años. Juan Mingorance se considera un hombre muy feliz y con mucha suerte en su vida. Su salud y su manera de ser son envidiables. Juan es un ser fantástico. Un fuera de serie. Todo el mundo le quiere y le respeta, tal y como hace él con sus semejantes.
Juan Mingorance contrajo matrimonio con una andorrana, a la que quiere mucho y adora, y tiene un hijo que es dentista y posee una clínica, y una hija que es magistrada, una mujer muy conocida en Andorra porque ha llevado casos muy complicados y ha aparecido inclusos en la prensa norteamericana. Ella tiene responsabilidades muy serias.
Juan tiene dos nietos y una nieta y pronto será nuevamente abuelo. De vez en cuando Juan deja Andorra y se acerca a su terruño para estar con sus gentes y realizar senderismo por la sierra, su querida sierra.
«La gente ahora la encuentro de otra manera en mi pueblo. Todo cambia. Aprecio ahora que muchas personas viven pendientes, a mi entender, del terruño y del dinero y de todo esto y creo que hay cosas muy importantes en la vida que no son esas cosas. El fastidiar para ganar más no me parece bien en ninguna parte. Pero bueno, eso son algunos. Yo paso de esto y lo que intento es buscar la bondad de los seres humanos. Hay mucha bondad, por ejemplo en pueblos como Mecina Bombarón. Me gusta sobre todo recordar mi niñez dura pero no tengo malos recuerdos de ella. Yo digo que no cambio mi niñez por la de mis hijos. Creo que la mía fue mejor, porque la mía fue en contacto con la naturaleza. Y el contacto con la naturaleza es muy importante porque luego cuando estudias te sirve mucho», ha manifestado Juan Mingorance.
En 2015 el embajador de España en Andorra le solicitó al actual Rey de España, Felipe VI, la Encomienda al Mérito Civil para Juan Mingorance y este se la concedió por sus méritos y actividad como profesor. Para Juan Mingorance ha sido un orgullo que «un hijo de Mecina Bombarón, de La Alpujarra, habiendo pasado toda su niñez en la montaña guardando cabras y vacas, le concedieran la Medalla al Mérito Civil nada más y nada menos que por el Rey de España. La verdad es que hasta ahora la suerte y la salud me acompañan. Yo pretendo servir a los demás, ser honesto y fomentar la cultura y el amor sin distinciones. Y claro, una cosa que me encantaría que hiciera el Ayuntamiento es ponerle a uno de sus caminos 'El Sendero del Amor'. Creo que sería buena la idea por muchas razones» terminó diciendo el entrañable y admirable Juan Mingorance.
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