Descubren en Castril la cueva inundada más profunda de España: 140 metros

Un grupo de espeleólogos andaluces realizó el pasado 11 de febrero un hallazgo histórico en el nacimiento del río Castril, en el norte de la provincia de Granada: la cueva inundada más profunda de España, con un descenso de 140,5 metros, que supera en más de 5 el récord anterior, que ostentaba Fuente Azul, en Burgos.

El descubrimiento fue posible gracias al robot submarino de última generación utilizado, propiedad de Antonio Jesús Moreno, bombero y espeleólogo aficionado del grupo de Alhaurín el Grande (Málaga) que ha documentado la aventura en su canal de Youtube @nonometu.

Moreno explica a esta redacción que el sifón del río Castril fue buceado hasta los 65 metros hace una década, y más recientemente otra expedición llegó hasta los 40 metros y lanzó una sonda que midió una profundidad de unos 81 metros. A partir de ese límite, el buceo se vuelve peligroso porque hay un estrechamiento en el que hay que pasar las bombonas una por una.

El verano pasado, un 'rov' comercial modificado por él mismo descendió hasta los 103 metros, donde la galería realizaba un giro con un ángulo de 130 grados y comenzaba un gran pozo vertical que le impidió continuar.

En febrero, el nuevo robot submarino logró salvar el escollo y continuar descendiendo por la galería hasta los 140,5 metros, donde quedó detenido porque se terminó la longitud del cable, de 200 metros. «Creemos que es aún más profundo», asegura el piloto del dron. «No es un pozo vertical –explica Manuel González Ríos, del Grupo de Espeleólogos Granadinos, que organizó la inmersión–. Hay una especie de escalones con inclinaciones de entre 30 y 45 grados, y eso se va 'comiendo' el cable».

Su intención es realizar un nuevo intento dentro de unas semanas, cuando baje la fuerza del agua tras las lluvias intensas de las últimas semanas. «En la próxima incursión queremos llegar al límite del robot, que son los 200 metros de profundidad. Llevaremos un cable más largo, de 400 metros», explica Moreno.

La exploración fue organizada por los grupos de espeleología de Granada, Alhaurín el Grande y Pasos Largos y en presencia del director del Parque Natural de la Sierra de Castril, Manuel David Oteros. También colaboraron el Ayuntamiento de Castril y la empresa de drones Chasing.

González Ríos subraya que los espeleólogos locales llevaban 30 años explorando la zona, pero habían llegado al límite; ahora el avance en el desarrollo de los drones subacuáticos ha permitido dar un gran salto en el conocimiento de esta galería. «El hallazgo tiene un gran interés hidrogeológico. Nos da una idea de la cantidad de agua que hay en el acuífero: el nacimiento del río Castril está justo debajo de una enorme pared de caliza, una especie de esponja gigantesca», señala. Sin olvidar, recuerda, la espectacular belleza de este paisaje, menos conocido que otros entornos naturales de la región.

Hasta ahora el récord del sifón más profundo del país lo ostentaba la cueva de Fuenteazul, en Burgos, con 130 metros de profundidad. «Allí se ha llegado al tope, porque a partir de esa profundidad la cueva empieza a ascender», explica Moreno. La galería del sistema kárstico del norte de la provincia granadina, aun siendo la mayor de España, queda lejos del récord del continente: el llamado Abismo de Hranice, en la República Checa, es la cueva inundada más extensa, con 450 metros confirmados, aunque se cree que es aún más profunda.

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Pequeños exploradores subacuáticos de última generación

El técnico deportivo malagueño Antonio Moreno, fascinado por la exploración de simas, comenzó fabricando sus propios drones acuáticos hasta que la creciente demanda de estos aparatos en el mercado redujo sus precios y pudo permitirse adquirir uno con grandes prestaciones. Estos 'rovs', que se pilotan a distancia e incorporan cámara y profundímetro, se emplean para multitud de tareas que pueden ser demasiado costosas o peligrosas para los buzos, como la exploración y recolección de muestras del fondo marino o la revisión de infraestructuras en barcos, presas, piscifactorías o plataformas petrolíferas.