![Trabajos de extracción de los olivos llevados a cabo esta semana en las inmediaciones de Íllora](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/201802/27/media/cortadas/122125990--624x312.jpg)
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La sentencia de muerte ha sido conmutada, los olivos 'lucio' de la localidad de Íllora que desde hace algo más de dos años esperaban a ser talados han logrado salvarse y una nueva ubicación a solo un centenar de metros de la que se era su finca de origen. Un acuerdo entre el duque de Wellington y los propietarios de los viejos árboles les permitirá sobrevivir y seguir formando parte del patrimonio histórico y natural de esta zona de la provincia de Granada. Desde el inicio de esta semana, excavadoras, grúas y camiones trabajan en la extracción de los árboles y su traslado a la nueva tierra donde son replantados. Se trata de una delicada operación porque los enormes árboles tienen que ser extraídos con el menor daño posible, con gran parte de sus raíces e incluso con tierra del su lugar de procedencia y deben aclimatarse al nuevo emplazamiento.
Los olivos formarán parte de una de las tierras que Sir Arthur Charles Wellesley, noveno duque de Wellington y Ciudad Rodrigo, posee en el municipio de Íllora, donde se encuentra la famosa finca Molino del Rey, visitada en varias ocasiones por miembros de la realeza británica. El príncipe Charles de Inglaterra ha sido visitante habitual de Molino del Rey. Estos ejemplares de olivos de la variedad 'lucio', considerada como el ancestro de todos los olivos andaluces, se replantan en la finca denominada Dehesa Baja de Íllora, que posee una gran parte del terrenos dedicado al cultivo de olivar.
El administrador de las propiedades del duque, Javier Henríquez de Luna, ha confirmado que el futuro de estos árboles está garantizado y que esperan que muy pronto vuelvan a ofrecer una magnífica cosecha, que se considera como de altísima calidad. También indica que el duque se mostró interesado en estos ejemplares y estaba decidido a no dejarles morir, solo había que encontrar la forma y el momento de llegar a un acuerdo con los propietarios.
La adopción de estos árboles ha sido posible después de que la Asociación Argentata, dedicada a la protección, promoción y difusión de los olivos Lucio como parte del patrimonio natural y cultural de Andalucía, y el gerente de la almazara Casería de la Virgen de Íllora, Antonio J. López, especializada en aceite lucio, diesen la voz de alarma. La Asociación consiguió hace un año un aplazamiento de la tala de los árboles mientras buscaban un filántropo que, al menos, se hiciese cargos de los gastos de extracción y transporte de los árboles, ya que la finca donde se encuentran va a ser destinada a cultivo intensivo de olivar, que implica otras variedades de más rápido crecimiento y mayor producción.
La solución ha sido la implicación del duque, con el que se llegó a un acuerdo inicial y que ahora se materializa con la extracción y traslado de los olivos. Según el administrador de Sir Arthur, el acuerdo ha consistido en el pago de una pequeña cantidad por cada uno de los árboles y han corrido con la totalidad de los gastos de extracción y traslado. El resto de los 'lucio' que en un principio iban a ser talados, hasta un total de 110 árboles, están a salvo gracias a un acuerdo que se suscribió hace algo más de un año por el que la almazara Casería de la Virgen se comprometió a hacerse cargo de la producción y la comercialización de su aceite, como un producto de especiales características.
Fue el 29 de abril de 2015 cuando el diario IDEAL publicaba un reportaje en el que se daba a conocer que en la localidad de Íllora se encontraban los olivos que se podían considerar como los más antiguos de Andalucía, plantaciones que deberían formar parte del patrimonio natural protegido, pero casi un año después, el 15 de febrero de 2016, otra noticia anunciaba la inminente tala de 110 de estos olivos ancestrales. La noticia provocó reacciones en numerosos ayuntamientos, incluido el de la capital, que quisieron adoptar árboles y replantarlos en sus zonas verdes, pero ninguno de ellos estaba dispuesto a pagar ni siquiera los gastos de traslado, lo que no sirvió para nada. La sentencia de muerte se aplazó tras un acuerdo entre los propietarios y la Asociación Argentata mientras se buscaba a alguien que se hiciese cargo de ellos y hasta que el duque de Wellington se convirtió en el nuevo propietario de una parte de estos árboles, la mayoría de ellos con más de 600 años de antigüedad. Ahora, los olivos 'lucio' de Íllora, están salvados.
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