La familia del presunto homicida de Íllora vuelve al pueblo para recoger enseres y se va

Los padres y hermanos del ya encarcelado presunto homicida del infortunado Juan Castro volvieron ayer por la mañana a Íllora, pero no para quedarse. Con la protección de los agentes de la Policía Local del municipio, permanecieron solo unos pocos minutos en el pueblo que habían abandonado precipitadamente el pasado lunes, que fue cuando ocurrió la dramática y violenta muerte del joven Juan, de 19 años.

Horas después, cuando la tristeza de los ilurquenses dejó paso a la ira, las viviendas del detenido y sus allegados fueron asaltadas por la muchedumbre.

La familia del sospechoso de haber perpetrado la agresión mortal regresó ayer al lugar del crimen, pero se limitaron a recoger algunos enseres y salieron de nuevo de Íllora, la localidad en la que residían desde hace años.

La operación se desarrolló con normalidad y rapidez. No se registraron incidentes, aunque la tensión sigue siendo muy elevada en el municipio, que, junto con los anejos, tiene unos 10.000 habitantes. Continúa viva la conmoción por el suceso que ocurrió la madrugada de la pasado 15 agosto en las calles de una población que, desde entonces, ha estado bajo los focos de los medios de comunicación. El pesar y la amargura por el fallecimiento de Juan, un chico muy conocido y apreciado en Íllora, asoman por cada esquina.

También la indignación. Durante la noche de este pasado jueves, varias decenas de personas se concentraron en el centro de la localidad para volver a expresar su repulsa por el crimen. En este sentido, fuentes de la Policía Local de Íllora afirmaron haber recogido testimonios que aseguran que parientes del sospechoso se encararon con algunos vecinos antes y durante el acto de protesta.

La Guardia Civil, por su parte, dijo que no tenía constancia de que se hubieran producido provocaciones de ese tipo.

En cualquier caso, es la muestra de que los ánimos siguen crispados en Íllora.

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