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La Fuente Agria y El Chorrerón de Pórtugos, uno de los parajes rurales más visitados de La Alpujarra

La Fuente Agria y El Chorrerón de Pórtugos, uno de los parajes rurales más visitados de La Alpujarra

En 1972 se adecentaron estos lugares situados junto a la ermita de la Virgen de las Angustias con motivo del primer centenario del viaje que realizó Pedro Antonio a esta comarca

Rafael Vílchez

Domingo, 9 de agosto 2020, 16:55

Se han convertido en uno de los lugares más famosos de la comarca. La Fuente Agria y El Chorrerón de Pórtugos son unos de los lugares más visitados de La Alpujarra alta. Datan de tiempos inmemoriales. El manantial se encuentra a las afueras del pueblo, junto a la carretera que se dirige a Busquistar y Trevélez y a pocos metros de la ermita de la Virgen de las Angustias.

En 1972 se puso en valor la Fuente Agria y El Chorrerón gracias a un gran entusiasta de la Alpujarra: Sebastián Pérez Linares y a varios amigos de él. Él ayudó a muchos alcaldes a impulsar el turismo, el patrimonio y la cultura en sus respetivos pueblos. Se urbanizó todo el conjunto hace 48 años con motivo del primer centenario del viaje que realizó el narrador Pedro Antonio de Alarcón por La Alpujarra. El Patronato de San Isidro se encargó del proyecto.

Según un tratado en 1790, Fuente Agria de Pórtugos posee virtudes prodigiosas y saludables cualidades. Esta prodigiosa fuente sale del cóncavo de una piedra y al pie de la misma ermita. Aparece desde su manantial clara como el cristal, por donde corre hasta alguna distancia para incorporarse al río que pasa por debajo del de Ferreirola. El agua deja un sarro o toba bermeja, la cual comunica también a las vasijas en que se trae y conserva. Su sabor es agrio, herrumbroso y huele a alcaparrosa. Sus virtudes son prodigiosas.

También las aguas de Fuente Agria, según los entendidos, son eficaces para corregir cualquier obstrucción, aprovecha con especialidad en las enfermedades de primera región, socorren en sus respectivos accidentes al estómago, hígado, bazo, intestinos, riñones y útero: evacuando por correspondientes conductos la causa de sus dolencias. Son importante auxilio para los melancólicos, hipocondriacos y escurbúticos; corrigen prontamente el dolor nefrítico originado de materiales calculosos; curan los hidrópicos, aún cuando su dolencia está graduada. La experiencia las ha acreditado para sanar el flúor blanco y dolores atríticos.

Las paredes de la concavidad del Chorrerón son gigantescas. Los regueros son ocres y rojizos. La cascada está escoltada de yedras, helechos, musgos y otras plantas. Se puede bajar por una escalera para contemplar desde abajo este paradisiaco lugar. Junto a la carretera existe un quiosco muy bien atendido para descansar y retomar fuerzas. Los castaños que existen a su alrededor son centenarios. También suelen acudir a este lugar, artesanos y cosecheros de frutas ecológicas para venderlas en sus pintorescos puestecillos desmontables.

Pórtugos se encuentra situado a 1.300 metros de altitud sobre el nivel del mar. Además de sus aguas, este pueblo es famoso por sus célebres secaderos de jamones, hoteles, gastronomía y festejos. También tiene Pórtugos castaños con más de 400 años de vida. El conjunto urbanístico es precioso y está repleto de soportales, tinaos, terraos y balcones abarrotados de flores. Sus barrios más típicos son: Zacatín, La Pocilla y Churriana. El joven alcalde de este turístico y estupendo pueblo, José Javier Vázquez Martín, que no vive de la política, hombre bueno, inteligente, entrañable, muy trabajador y admirable, que no se le ha 'subido' el cargo a la cabeza, y su formidable equipo, están poniendo a Pórtugos en el lugar que se merece. Pórtugos compagina la agricultura con el sector turístico y del jamón. Pórtugos merece la pena visitarlo y conocerlo a fondo.

El término municipal de Pórtugos es un paraíso. Sus gentes son maravillosas. Desde este lugar se puede practicar senderismo por el Parque Protegido de Sierra Nevada. También es muy gratificante visitar desde Pórtugos, Busquístar y los magníficos pueblos de La Tahá: Pitres, Capilerilla, Atalbéitar, Mecina, Mecinilla, Fondales y Ferreirola. Y los que puedan y deseen andar más pueden llegar a Trevélez, el Barranco de Poqueira, y otras localidades de La Alpujarra. Al célebre y virtuoso guitarrista Andrés Segovia le encantaba visitar Pórtugos. Hace unos años se le rindió un homenaje póstumo y se plantó un castaño en su honor. Años atrás apadrinó un enorme y centenario castaño que ya se secó por su avanzada edad. A los Reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola, les encantaba visitar las tabernas de este municipio, acompañados del Padre Ferrer.

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