La Guardia Civil intensifica la vigilancia en la zona de Lecrín para evitar robos

Tal y como explica el alcalde de Lecrín, Pedro Titos, los robos van por épocas. «Hacen una batida, se llevan lo que pueden y nos dejan tranquilos durante un tiempo», relata. En los últimos días la situación está más calmada, pero el mes de enero ha sido duro. Se han visto afectadas las seis localidades que pertenecen a Lecrín: Acequias, Béznar, Chite, Mondújar, Murchas y Talará. «Los delincuentes aprovechan que estamos cerca de la autovía», añade el regidor.

Los cacos habrían asaltado viviendas y cortijos, pero también naves de aperos, donde se llevan utensilios, y campos, con sustracciones de cosecha. «Se llevan aceituna, naranjas -lo más típico de la zona- y aguacates, que por el cambio del clima se están cultivando también aquí. En este último caso, las fincas deben estar valladas o se los llevan», lamenta Pedro Titos.

Por ejemplo, hace pocas semanas intentaron acceder a una vivienda en Béznar, al parecer situada muy cerca de la Iglesia, «aprovechando que los dueños de la casa estaban en misa». En otro domicilio cercano se llevaron todo el dinero y joyas que encontraron. También «arrasaron» con unos cuantos cortijos en la vega de Murchas.

Con el fin de «cohibir y ponérselo difícil» a los delincuentes, el Ayuntamiento de Lecrín instalará cámaras de vigilancia «en todos los pueblos». Ya hay varias colocadas en Talará y la intención es ampliarlas al resto, especialmente en las entradas y salidas de los pueblos. También han remitido un escrito a la Subdelegación del Gobierno para dar a conocer la problemática.