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El juez de paz más veterano y longevo de España será homenajeado por el Ayuntamiento de Cádiar

El juez de paz más veterano y longevo de España será homenajeado por el Ayuntamiento de Cádiar

Francisco Ocaña, nació en 1931, comenzó a ocupar el cargo de representante de la Administración de Justicia en 1980 y aún continúa en activo

Rafael Vílchez

Lunes, 25 de enero 2021, 09:58

El Ayuntamiento del municipio alpujarreño de Cádiar, presidido por José Javier Martín Cañizares (PP), va a homenajear al juez de paz más veterano y longevo de España, Francisco Ocaña Ortega, nacido en 1931, «en virtud del general reconocimiento a sus meritorias y silenciosas virtudes humanas y cualidades profesionales, que por su generosidad y tenacidad, ha enriquecido el municipio de Cádiar, prestigiando como juez de paz, su buen nombre dentro y fuera de La Alpujarra».

En 1980 Francisco Ocaña comenzó a intervenir como conciliador para que las personas que lo precisaran pudieran resolver sus conflictos de modo directo. El juez de paz de Cádiar es una persona intachable, sin doblez, amable, respetuosa y muy comprometida con su trabajo y con su pueblo. Durante un cuarto de siglo Francisco fue también concejal, siendo alcalde de Cádiar, Cándido López. Además, Ocaña ha sido presidente del casino de Cádiar durante muchos años. Asimismo, ha defendido durante medio siglo con su hermano José una tienda de tejidos de las mejores de La Alpujarra.

El juez de paz de Cádiar en más de una ocasión se las ha visto y deseado para resolver entuertos. «Una vez en un juicio tuve que desapartar a dos hombres enfurecidos que se querían pelear a garrotazo limpio por un tema de aguas de regadío, pero al final, tras intervenir un servidor con buenas palabras y maneras y quedar todo arreglado y en paz, terminamos tomando unos vinos en un bar como si no hubiera pasado nada. Otras veces he tenido que asistir a levantamientos de cadáveres, que es lo que menos me gusta pero hay que hacerlo para cumplir con la ley. Además, he casado a parejas de este y otros países y he brindado con ellas y con sus familias en mi despacho para desearle mucha felicidad y salud. Por lo civil, en los últimos años, realizo más casamientos que el sacerdote de Cádiar», ha manifestó Francisco Ocaña.

También, ha indicado Ocaña que «hace unos años, a causa del mal estado, la oficina del antiguo juzgado de paz de Cádiar empeoró enormemente y le pedí al alcalde, Javier Martín, que nos preparara otro despacho en una parte de los bajos del actual Ayuntamiento antes de que ocurriera un accidente. Y, menos más que la primera autoridad de Cádiar me atendió enseguida, y nos cedió otra oficina en los bajos del actual Ayuntamiento, porque si seguimos en la antigua oficina a los tres días de la mudanza se derrumbó por completo. Menos más que antes se trasladó la documentación al nuevo despacho y mi secretaria, Filo, y yo también nos fuimos de allí, porque si hubiéramos seguido tres días más en aquel lugar hubiese habido posibles desgracias mortales, porque toda la vieja obra se vino abajo por completo», aseguró el 'eterno' juez de Cádiar.

Francisco Ocaña confiesa que «el ejercer como juez de paz de Cádiar y los anejos de Narila y Yátor me mantiene en forma, en activo y joven a pesar de tener ya 89 años. Yo atiendo a la gente sin prisa dentro y fuera de mi oficina. Yo soy una persona muy comprometida con mi trabajo. Siempre estoy dispuesto a realizar actos de conciliación, celebrar juicios, bodas, tramitaciones, expedir certificados de fe de vida, defunciones, etcétera. También diré que nuestro juzgado recibe a personas, principalmente de Argentina, que vienen a Cádiar a conocer la tierra de sus ancestros y a ver si le podemos aportar algunos datos y saber si siguen existiendo algunos de sus familiares. Yo procuro ayudarles pero lo tengo difícil porque en la Guerra Civil se perdieron muchos documentos», ha indicado.

Francisco Ocaña aprendió a leer y escribir con su recordado padre Francisco que era maestro de escuela de Cádiar y daba clase a 116 alumnos. Una calle de Cádiar está dedicada a este maestro. A la edad de 12 años Ocaña comenzó a ayudar a su progenitor en la escuela. Cuando cumplió 15 años ingresó de dependiente en la tienda de tejidos de José Reinoso. Cobraba 300 pesetas de las de antes al mes. Luego montó por su cuenta una tiendecilla de tejidos en el portal de su casa. El servicio militar lo realizó en Almería. En 1950 abrió otro comercio más grande. En 1965 contrajo matrimonio con María Gracia Hurtado, sobrina del obispo de Granada y Tarazona, Manuel Hurtado, fundador de la Congregación de Siervas del Evangelio.

Ocaña tiene dos hijas y cuatro nietos. Su familia le adora y el pueblo de Cádiar le respeta y quiere. A Francisco Ocaña le encanta vestir impecablemente y mantenerse en forma. Ocaña es también un experto en vinos de la Sierra de la Contraviesa. Ocaña recibió un homenaje siendo alcalde de Cádiar, Juan Miguel García Callejón. En Madrid la Asociación Cora Alpujarreña, presidida por José Antonio Jiménez Tovar (ya fallecido) también lo homenajeó. Hace unos años pregonó la feria y fiesta de Cádiar. El juez sustituto de Cádiar es el entrañable y admirable profesor, Salvador Cabrera.

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