Explosión en Diezma

«Una nube de gas rodeaba toda la casa, mis padres están vivos de milagro»

El incidente tuvo lugar alrededor de las 11.25 horas del miércoles en la calle Baja de la localidad granadina de Diezma y afectó, además de a la vivienda en la que se produjo la deflagración, a un turismo que estaba aparcado en la puerta. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos de bomberos y Guardia Civil para conocer el origen de la acumulación de gas.

La explosión sonó en buena parte del pueblo, pero los vecinos creyeron en un primer momento que se trataba de un derrumbe. «De repente, se escuchó un estruendo enorme. Salimos a ver qué pasaba y vimos una gran cantidad de polvo acumulada en la puerta de la vivienda», expresa José Miguel, uno de los vecinos que se encontraba justo enfrente de la casa en el momento de los hechos.

Fueron los habitantes del pueblo quienes avisaron a los servicios de emergencias y se quedaron con el matrimonio hasta que los sanitarios llegaron y los atendieron debido a las quemaduras y la inhalación de humo y gas. «Estaban muy nerviosos y tenían dificultad para respirar. Intentábamos relajarlos para que no sufrieran también una crisis de ansiedad», explican. Posteriormente, los dos individuos de unos 80 años fueron trasladados al Hospital Virgen de las Nieves de Granada.

Los residentes de las casas colindantes también expresan el miedo que sintieron tras el ruido de la explosión. «Parecía una bomba, pero no sabíamos exactamente donde había sido ni tampoco si se trataba de algún muro que se había venido abajo», destacan. Asimismo, aseguran que olía a gas por todo el barrio y que la explosión arrancó incluso parte de las rejas de las ventanas y dejó la puerta principal de la vivienda destrozada. «Había cristales y polvo por todas partes», afirman.

El suceso dejó conmocionado al pueblo de apenas 700 habitantes, que todavía hoy se acercan hasta la calle Baja para conocer la evolución de los heridos y que califican de «milagroso» al hecho sucedido este miércoles en el pueblo.

Según indicó a este periódico uno de los familiares que tuvo acceso al interior de la casa, la onda expansiva de la explosión arrancó parte del techo del interior y generó el destrozo de una zona del tejado y muchos de los muebles, que todavía hoy permanecen tirados por el suelo a la espera de que las autoridades permitan de nuevo la entrada en la residencia.

Otros vecinos se enteraron esa misma tarde de lo sucedido en Diezma y acudieron a la zona en cuestión para preguntar por el estado de salud de los dos afectados. «No podíamos creer que estuviesen bien después de ver cómo había quedado la casa», indican. «Los daños materiales son, al final, lo menos importante. Lo mejor es que están vivos», expresan todos ellos con alegría.

La calle Baja, donde se ubica la vivienda, tuvo que ser acordonada y se impidió durante el día el acceso a la zona por un posible peligro de derrumbe. Aunque la deflagración tuvo lugar en una vivienda de dos plantas que ha quedado completamente destrozada en su interior y parte de la fachada, las otras dos casas de al lado no han sufrido ningún daño ni tampoco llegó el gas. Por el momento, según ha confirmado el hijo de los afectados a IDEAL, los dos heridos se encuentran estables en la unidad de quemados en observación tras ser atendidos durante el día de ayer también por inhalación de gas. La vivienda sigue actualmente acordonada a la espera de que la investigación de la Guardia Civil determine cómo se produjo el escape de gas. «Afortunadamente, ellos están bien. Ahora estamos a la espera de su evolución», concluye José sobre el estado de salud de sus padres.