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Mecina Tedel ha celebrado sus fiestas patronales en honor a San Fernando durante tres días. El programa ha contemplado lo siguiente: misa y procesión, sorteos, campeonato de brisca, coronación del rey y la reina de las fiestas, ferias del medio día, degustaciones de arroz, churros con chocolate y bocadillos, verbenas y baile, actividades para los peques, exposición de vehículos de época de la marca Citroën, etcétera. La joven mayordoma Lucía y su familia atendieron la barra con tapas de lomo, morcilla, chorizo, huevos fritos, ensalada de tomate, jamón, etcétera. El Ayuntamiento de Murtas, presidido por José Miguel Romera, ha colaborado en estas fiestas. La banda de música de Ohanes amenizó el festejo. En Mecina Tedel residen ahora constantemente pocas personas. En 1850 tenía 881 habitantes y 251 casas. Parte de la producción de su vino iba a parar a América y Gibraltar.
El pueblo de Mecina Tedel, situado a 1.072 metros de altitud sobre el nivel del mar, ha sido engalanado en las fiestas de este año con prendas de ganchillo. Este pueblo en 1930 se fusionó con Murtas. En este lugar de La Alpujarra, antaño uno de los más importantes de la comarca, murió de fiebre maligna después de reñir una batalla, Aben 'El Xaguer', tío y protector de Abén Humeya. Hace unas décadas el pueblo quedó casi despoblado. Más de un centenar de casas han desaparecido a lo largo de los años. Sus eras morunas y lavadero aun existen en perfecto estado. Este lugar tan tranquilo y tan precioso con inmejorables vistas, posee almendros centenarios de gran porte.
Durante muchísimos años una vecina de Mecina Tedel, Clotilde Pintor Jiménez, nacida en 1918 y fallecida hace unos años, se encargó de la iglesia desde que finalizó la Guerra Civil. También, esta entrañable mujer confeccionó la ropa de la Virgen del Rosario. En 1954 también elaboró la vestimenta que se usaba en la escenificación de 'moros y cristianos'. Clotilde, viuda de Mariano Jiménez, era una mujer muy humanitaria y creyente. Durante unos años fue a la escuela con la profesora María del Socorro Arjona y Mocete, que era de Antequera y que al fallecer fue enterrada en el cementerio de Mecina Tedel.
Clotilde Pintor recordaba cuando la vega de su pueblo estaba plantada de morales. «La simiente se traía de Murcia. Venía en unas cajas redondas con muchos agujeritos. La fábrica de hilar la seda, conocida por 'La Candonga', estaba situada encima de la fuente pública. En este lugar había una caldera con agua hirviendo para echar los capullos de los gusanos de seda. Se usaban unos cepillas de alambre y se sacaba la seda enganchada con otros aparatos. La seda se llevaba a Murcia. La tomaban por onzas. La seda de mayor calidad la premiaban. Daban una medalla de la Virgen de Fuensanta y San Vicente Ferrer. Después la fábrica se trasladó a Ugíjar».
Mecina Tedel, según contaba Clotilde Pintor, «llegó a tener 7 molinos de grano, 2 fábricas de aguardiente, 1 de aceite, 6 telares y 1 taberna. El último telar de este pueblo, también llamado Mecinilla, se lo llevaron a un cortijo de Adra en 1940. También, en Mecina Tedel hubo 4 hermandades religiosas. En 1936 desaparecieron. La iglesia, del siglo XVII, sufrió muchos destrozos durante la Contienda. Después, entre todos los vecinos se compró la imagen de San Fernando. Una vecina, Ana Martín, adquirió la imagen de la Virgen del Rosario, y su hermana trajo la Purísima». Clotilde Pintor dedicó su primera paga de jubilación para cumplir con su promesa, bordar un manto y un vestido a la Virgen del Rosario.
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