Patricia Vaca Moreno
Martes, 29 de agosto 2023
Eladia García Molina nació el 26 de diciembre de 1929 en el municipio granadino de Padul. Recibió su nombre en honor a su bisabuela y fue la penúltima hija de diez hermanos. Con tan solo seis años empezó a bordar de la mano de su ... maestra Dª. Encarnación Villaverde, edad a la que comenzó a confeccionar sus propias muñecas. A la edad de 10, un Jesuita Catedrático de Bellas Artes vio sus labores y quiso llevársela al colegio Cristo Rey para que estudiara la profesión. No pudo hacerlo porque tuvo que seguir ayudando en el hogar.
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Pasó parte de su juventud en el campo. Sus padres tenían tierras y se dedicaba a hacerles la comida a los segadores y trilleros. También se ocupó de otras tareas como elaborar dulces o recoger aceituna. Con 18 años ingresó en el convento de las Monjas de Padul, donde comenzó a acudir todas las tardes para realizar bordados calados, mantelerías y sábanas de novia. En sus ratos libres, se dedicaba a bordar y enseñaba a maestras que querían aprender a coser para ejercer la docencia, dado que en aquellos tiempos era obligatorio saber coser para poder presentarse a las oposiciones de magisterio. «Se les exigía saber hacer ojales, dobladillos, croché y bordar. Asignaturas que ya se han perdido», menciona.
Con 28 años contrajo matrimonio con Manuel García. Eladia es madre de cinco hijos: Antonia, José, Manolo, Pilar y Eladia; abuela de 11 nietos y tiene dos bisnietos. «Les bordaba a mis hijos los baberos y la ropa de recién nacidos», expresa Eladia, quien asevera que muchas jóvenes le pedían que les enseñase a hacer el ajuar a pesar de no contar con ninguna titulación.
Eladia es una mujer enamorada de su pueblo y muy querida por sus vecinos. Su día a día lo pasa con su bastidor en las manos y haciendo arreglos para sus familiares. «De mayor siempre quise ser maestra como soy ahora», manifiesta, y a sus 93 años, continúa impartiendo talleres de costura en su domicilio, a pesar de haber sufrido un ictus hace apenas tres años. Alejandra, de apenas nueve años, comenzó el año pasado a aprender a hacer punto de cruz y croché con su abuela, y este verano ha comenzado a recibir clases de bordado artístico de la mano de Eladia.
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A lo largo de su vida, ha realizado cientos de bordados, entre los que ha hecho 52 perdices, gallos y diferentes tipos de flores. Sin embargo, destaca un mantón de manila muy especial. Tras su aparición en un programa de Canal Sur el pasado año, un señor que había quedado viudo hace años visitó a Eladia en su casa para que le terminase un mantón de manila que se le había quedado a medio hacer. «Tenía anemia en ese momento, pero se lo terminé y me lo valoraron en 4.000 euros», exhibe.
Como cada año, el Ayuntamiento de Padul celebra el Día de convivencia y homenaje a sus mayores, los días previos a su Feria Real de Ganado y fiestas. El próximo 16 de septiembre, el consistorio homenajeará a Eladia y a su marido Manuel en un almuerzo y posterior baile que tendrá lugar en el Restaurante El Cruce. Habrá música en directo y están invitados todos los mayores de 65 años hasta completar el aforo. Además, acudirán todos sus familiares para acompañarles en un día tan especial.
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Eladia tiene una genética envidiable que le permite continuar con su pasión. Una vista privilegiada que le posibilita seguir enhebrando agujas sin dificultad. De hecho, su madre, Pilar Molina González, una gran aficionada de la poesía, fue agasajada por este periódico cuando cumplió cien años el 5 de octubre de 1991.
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