Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
«Mires donde mires, todo está cubierto de barro. Esto ya había pasado con anterioridad, pero nunca con la magnitud de este año. Es increíble cómo está todo, lo que el agua ha hecho con muchos bajos, casas y terrenos. Hasta ha llegado al colegio». ... Manuel lleva desde la tarde del lunes quitando con la pala el agua y el lodo que ha llenado su cochera y la calle en la que está situada, en el municipio granadino de Campotéjar. Su mujer y él llevan horas rascando, tirando y barriendo sin cesar. Lo mismo que el resto de sus vecinos. Todos ellos han conseguido que los coches puedan pasar por la mayoría de las calles afectadas y que sus hogares empiecen a tener un aspecto más esperanzador. Pero transitar a pie por muchas de estas vías es tarea casi imposible debido a la gran capa de barro que se ha formado en estos lugares a causa de la tromba que cayó el lunes. Una tormenta que se produjo sobre las 19.40 horas en el límite entre las provincias de Granada y Jaén y que provocó el corte de la autovía A-44. A las siete y media de la tarde del lunes, todas las alarmas saltaban entre los vecinos al ver la fuerza con la que caía el agua y que provocaba un aumento considerable del caudal de los ríos que bordean el municipio. Pero no se imaginaban la magnitud que este suceso iba a tomar.
«A nosotros nos ha entrado el agua a pesar de que tenemos una puerta mecánica que cierra a cal y canto nuestra planta baja. Empezó a llegar el agua hasta nuestra calle y acabó convirtiéndose en una especie de piscina de metro y medio de profundidad. Así que tuvimos que subirnos a la parte más alta de la casa y esperar, atemorizados, porque no sabíamos cuándo iba a terminar», explica una de las vecinas afectadas. Junto a su casa apareció un coche que estaba aparcado a varias calles de distancia, repleto de ramas, barro y desperdicios. Lo mismo ocurrió con otros dos vehículos, así como con distintos contenedores de basura y más mobiliario público, que la fuerza del agua desplazó por el pueblo. La tormenta también arrasó con el parque infantil que hace menos de un año se inauguró en la parte baja del pueblo. «Estaba nuevo, con el suelo de goma y todos los cacharros casi a estrenar. Y ahora ha desaparecido todo debajo del barro», cuenta un vecino. Esta tormenta también provocó la rotura de las tuberías del municipio, ya que pasan próximas al río Moro, que se desbordó. Por ello, el pueblo ha estado unas 19 horas sin suministro de agua, que ha vuelto a primera hora de la tarde.
Noticia Relacionada
«Es muy triste ver cómo ha quedado nuestro negocio, porque el agua ha destrozado el salón de bodas que tenemos en la planta baja y los jardines. Ahora, todo es barro, y sillas y mesas rotas», explica Ángel, dueño del restaurante El Zegrí. Según sus cálculos, la tormenta les ha hecho perder 50.000 euros, a los que habría que sumarse las ganancias que no tendrán en estos días que permanecerán cerrados. «No sabemos cuándo podremos volver a abrir. Solo sabemos que el río nos ha dejado sin restaurante y que esto podría haberse evitado si el cauce del río estuviera limpio».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.