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Raúl Gálvez
Viernes, 16 de febrero 2024, 00:32
No hacía falta ser amigo o amiga suya para percibir desde el primer instante la bondad en persona que no solamente quedaba patente en la conversación, en esa sensación de serenidad y paz que trasmitía, porque así lo era. También en el amor a su ... Alhama y a todo lo que tuviese que ver con la misma, en especial, con la cultura y, dentro de esta, la historia y el arte, en general. Sabina destacaba por su compromiso con su actividad profesional, marcando un estilo propio que ha quedado patente en su pueblo y en miles de turistas venidos desde todos los rincones del mundo que fueron guiados por la ciudad de Granada.
No hacía falta ni si quiera ser conocido suyo para darse cuenta de su gran calidad humana, su inteligencia, buen humor, nobleza y extroversión, sin olvidar su predisposición a colaborar con todo aquello que fuese a favor de los demás y de un mundo mejor, solidaria en una palabra y siempre con la sonrisa puesta. Sus inquietudes y sensibilidad por Alhama hicieron que pudiésemos conectar e idear muchas cosas para Alhama. Es por eso que, precisamente un 21 de enero de hace catorce años, en 2011, ingresó en el Patronato de Estudios Alhameños, formando parte de esta asociación cultural y desde ahí lográsemos trabajar conjuntamente. Desde el inicio demostró sus preferencias por todo lo relacionado con el arte y la cultura en Alhama y su comarca, llevando a cabo numerosos artículos y coordinando actividades de toda índole cultural. En los últimos años siendo secretaria general, ejerció con una responsabilidad exquisita su función.
Su partida deja triste a una entidad en la que había marcado un proyecto común e integrador, con muchas iniciativas que ahora quedan pendientes por ejecutar. Recogemos todas esas ideas para llevarlas a cabo, no solo en su memoria, sino el planteamiento que siempre exponía. La fuerza, la esperanza y el sentido de lucha que nos has trasmitido en estos meses duros son la guía para hacer honor a su labor y memoria. Para el Patronato, como para tantos alhameños y amigos de Granada y otras poblaciones, esta partida de Sabina nos deja huérfanos de una excelente amiga, de un ser sensible y cordial que sabía el valor de la dignidad de las personas y, por lo tanto, de la amistad. Han quedado tantas cosas por hacer, tantos momentos por compartir con su familia y personas a la que quería. Ha quedado pendiente casi toda una vida, pero lo que te ha dado tiempo a vivir, lo has hecho para que sea ya imborrable. Me queda darte las gracias por toda tu labor, pero sobre todo por ser como has sido.
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