La ira vecinal desatada en Íllora deja cinco viviendas asaltadas y cuatro vehículos destrozados

No es la primera vez que veía a una turba gritando «¡justicia!» y «asesinos» y sin embargo, ayer en Íllora, el jefe de la Policía Local Antonio Cobos, curtido en la lucha antiterrorista en el País Vasco, asegura que vivió el día más duro y doloroso de sus treinta años de carrera. Junto a la Guardia Civil, los agentes de la Policía Local tuvieron que contener a centenares de vecinos del pueblo que cegados por la ira, la impotencia y el dolor tras la muerte del joven Juan Trujillos Castro, asaltaron los domicilios donde residen los supuestos homicidas y sus familiares directos para exigir que se vayan del pueblo.

El balance de la dramática jornada es de cinco domicilios asaltados y cuatro vehículos dañados, sin que se hayan causado por fortuna daños personales.

Esta mañana de 16 de agosto, la Guardia Civil mantiene la vigilancia en las calles y una fuerte presencia en el pueblo, mientras sigue abierta la investigación y la búsqueda de los supuestos autores de la muerte del joven. La huella de la aciaga jornada siguen visibles en calles Almería, Peñas, la zona del viejo instituto, la calle Pileta y la antigua oficina de Correos, donde fueron asaltadas las cinco viviendas y pueden verse los vehículos dañados, restos de cristales, una bicicleta quemada o ropa lanzada por los balcones.

Operarios del Ayuntamiento de Íllora se encargan esta mañana de cerrar las viviendas, que tienen rotas puertas y ventanas y han quedado destrozadas en su interior.

La Policía Local se ha hecho cargo también de un perro encontrado en una de las viviendas asaltadas, antes de que el Ayuntamiento proceda a cerrar la casa. Todos los familiares de los supuestos homicidas se marcharon ayer del pueblo, antes de los asaltos. Durante los incidentes solo quedaba uno de ellos en el pueblo, conflictivo y con numerosos antecedentes policiales, que fue protegido por las fuerzas de seguridad y evacuado a media noche de ayer en un vehículo camuflado, por lo que ya no se encuentra tampoco en el pueblo.

Los restos mortales llegarán al pueblo este mediodía y se velarán en el tanatorio y esta tarde se espera un funeral multitudinario en el que todo el pueblo volverá a arropar y mostrar su solidaridad con una familia destrozada.

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