Madre de una menor con covid

«En todas las pruebas que le hicieron dio negativo, pero la reacción le llegó un mes después»

«A los pocos minutos de tomarle la muestra, vinieron a decirme que había algo mal, que la sangre se había coagulado», relata la madre de una menor contagiada

Domingo, 28 de marzo 2021, 01:18

Aitana tiene cinco años y nunca antes había tenido que ir a Urgencias de un hospital. Es una niña muy sana. Ella es una de las dos pequeñas que ha necesitado pasar por la UCI pediátrica en Granada en este último año por la reacción ... que su cuerpo tuvo tras entrar el coronavirus.

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Aitana no es su nombre real, porque la familia aún está preocupada por posibles secuelas y prefieren estar tranquilos mientras la niña se recupera. Pero han querido contar la historia por si pueden ayudar a otros padres. El coronavirus entró en la casa de Aitana en febrero, cuando su madre se contagió. Guardaron todos el preceptivo confinamiento, pero tanto Aitana como su hermana, de pocos meses, dieron negativo. Superada la enfermedad y guardadas todas las cautelas, la pequeña volvió al colegio. No fue hasta un mes después cuando empezó a tener fiebre alta.

«Después de dos días con fiebre alta, que no se le bajaba, decidimos llevarla a Urgencias. Volvieron a hacerle prueba de antígenos y PCR, y dio negativo. Volvieron a descartar covid, y pensaron que podía ser una bacteria u otro virus», relata la madre. La mandaron a casa, pero la fiebre no remite y Aitana está cansada y empieza a vomitar. «Volví a llevarla a Urgencias de madrugada porque la fiebre no bajaba de 39,5 pese a la medicina», explica la madre, que fue la única que pudo entrar con la pequeña. María –tampoco es su nombre real– explica que tuvo que insistir un poco para que le hicieran un análisis de sangre, porque veía a Aitana cada vez más apagada. «A los pocos minutos de tomarle la muestra, vinieron a decirme que había algo mal, que la sangre se había coagulado». María explica que en el cambio de turno coincidió con el pediatra Juan Luis Santos, el efe de enfermedades infecciosas e inmunodeficiencia en Urgencias del Materno Infantil. Llegaron a hacerle una punción lumbar a Aitana, en busca de la infección, pero tampoco allí encontraron la causa.

A la UCI

Sin embargo, ante los resultados de la analítica, el pediatra decide mandar a la UCI a la niña. «La fiebre no le bajaba pese a los antibióticos de alto espectro. Nos pasamos la noche con paños fríos y un ventilador. Los enfermeros que nos atendieron fueron maravillosos, pero la niña estaba cada vez peor», recuerda María. Aitana tenía la voz gangosa, los párpados morados y se retorcía de dolor cada vez que la tocaban para asearla o moverla en la cama. maría recuerda que también se percató de una erupción o sarpullido en los brazos y las manos. «La parte blanca de los ojos se le puso roja y estaba cada vez más débil, más apagada, dormida y sin ganas de comer», explica María, que insistió en que la pediatra que estaba de guardia la viera. La médico que estaba ese fin de semana, ante la suma de los síntomas, y tras consultar con su equipo, confirmó a la madre las sospechas de que esa reacción multiinflamatoria podía deberse a un síndrome asociado al coronavirus. «En cuestión de horas habían aprobado el tratamiento, se lo habían explicado a todo el personal y se lo pusieron un domingo a las diez de la noche. A la mañana siguiente la niña parecía otra», recuerda María. La recuperación fue muy rápida y en pocas horas ya las pasaron a planta.

«Lo pasamos muy mal, porque al principio veíamos que la niña empeoraba y no sabíamos de qué era», rememora la madre, que quiere destacar el maravilloso trato del personal sanitario, pero también de las mujeres de limpieza, que las trataron «como a una más de su familia, nos hicieron muchísima compañía».

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María cuenta su caso, para que sirva a otros padres que vean los mismos síntomas en sus pequeños. «Nos explicaron que la carga viral que tenía ella fue muy baja, pero su cuerpo tuvo una reacción brutal después», explica María. El tratamiento funcionó muy bien y en pocos días estaba en casa. Poco a poco le retirarán el tratamiento, para ver cómo reacciona su cuerpo y le están haciendo pruebas para ver si le queda algún tipo de secuelas. El caso de la pequeña Aitana será estudiado en profundidad.

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