El punto negro del Puente Blanco de los Sánchez

Lamentablemente, no ha sido el único accidente que ha ocurrido sobre esta porción del asfalto de la ciudad. Las razones hay que buscarlas en que es una de las principales entradas al cogollo del Centro urbano y que su intensidad de tráfico es altísima, dada la confluencia de numerosísimos carriles que llenan las barrigas de las avenidas que confluyen como afluentes caudalosas en este puente llamado romano, pero que no lo es, que pende sobre el río Genil cuando atraviesa la ciudad de la Alhambra.

Cabe una explicación para el lector foráneo, muy típica de la laberíntica ciudad que es Granada. El Puente Blanco o Puente Romano es el que cruza el Genil y actualmente es peatonal. Por extensión, así se llama también al más reciente, paralelo al antiguo de piedra, que ofrece cuatro carriles de circulación. También es llamado popularmente el puente de los Sánchez, porque hace años en el edificio colindante se ubicaban los conocidos grandes almacenes, y es el lugar donde nace este cruce que se ha convertido en un punto negro de la circulación urbana.

En efecto, una vez traspasado el Puente Blanco sobre el asfalto hay pintado un entramado de rayas amarillas que prohíbe que los vehículos se detengan. La misión es impedir que el tráfico colapse, porque desde el puente, procedentes de la Acera del Darro, vienen dos carriles llenos de vehículos, aunque el de la derecha está reservado para autobuses urbanos y taxis. En el carril de la izquierda es donde se coloca el bus urbano número 33 que cubre la línea entre la Estación de Autobuses y Cenes de la Vega tras abandonar el carril bus que le está reservado para doblar a su izquierda y dirigirse tras sobrepasar este cruce hacia el Paseo de los Basilios.

En este momento, la maniobra es clave. Enfrente, en la calle Poeta Manuel de Góngora, los vehículos están detenidos porque el semáforo está en rojo. En el Paseo del Violón, los procedentes de la rotonda del Palacio de Congresos echan a andar hacia los Basilios o el Puente Blanco porque el semáforo se ha puesto verde. También se ha abierto el semáforo en el Puente Blanco, y los vehículos pueden dirigirse hacia el Paseo del Violón libremente. No hay en estos momentos intersección alguna entre los que van desde el Puente Blanco hacia el Paseo del Violón y los que desde este paseo van hacia el puente.

Pero el conductor del bus 33 espera que se produzca un hueco para girar a la izquierda hacia los Basilios, mientras el semáforo del Paseo del Violón sigue en verde. Este giro solo está permitido al bus urbano, y los profesionales de Alsa saben actuar en consecuencia. El problema ocurre, como al parecer sucedió este pasado viernes, cuando un conductor no autorizado hace una 'pirula' y trata de girar a la izquierda estando prohibido. El pasado viernes, según se investiga, esta maniobra fue la posible causa del fallecimiento del motorista.

Los comentarios de los lectores de IDEAL se hicieron eco del peligro que radica en este cruce en el Puente Blanco. Por ejemplo: «Por favor, que en ese dichoso cruce prohiban girar a la izquierda a todo el mundo, autobuses y taxis incluidos, poniendo una mediana. Es un punto negro de heridos y ya hay un fallecido. DEP el compañero motorista».