Rebajan la multa impuesta a un camarero de Granada porque se quedó en paro por la pandemia

Los jueces no son ajenos a los estragos económicos que está causando la pandemia. Son conscientes de que mucha gente, sobre todo del sector servicios, está perdiendo su empleo por las restricciones derivadas del estado de alarma para frenar el contagio por coronavirus. Prueba de ello es una sentencia dictada el 20 de noviembre por la Audiencia de Granada que ha rebajado la condena a un camarero del Zaidín porque se quedó sin trabajo, con una familia que mantener y unos recursos bastante limitados.

El fallo, al que ha tenido acceso IDEAL, reduce a la mitad la multa que un juzgado de Instrucción de Granada –el número 2– había impuesto a este ciudadano por un rifirrafe vecinal. El camarero había protagonizado un altercado en la escalera de su bloque con otro vecino, al que golpeó en la cara. El incidente, ocurrido el 27 de diciembre de 2018, se tramitó como juicio por delito leve de lesiones y concluyó en su condena.

El juzgado que enjuició este episodio en el complejo judicial de la Caleta de la capital había impuesto exactamente como castigo para el camarero una multa de 360 euros (tres meses con una cuota diaria de 4 euros).

Esa sentencia había sido dictada el 11 de marzo del año pasado; es decir, tan solo tres días antes de declarar el ejecutivo de Pedro Sánchez el primer estado de alarma, que provocó el confinamiento domiciliario de todo el país y, por ende, el cierre inevitable de bares y restaurantes.

El episodio que al final le ha costado el dinero a este vecino del Zaidín ocurrió en su edificio, sito en la Avenida de Barcelona. Entre él y el lesionado existía «una mala relación previa» y aquel día hubo una discusión que llegó a las manos. El denunciado golpeó en la cara a su oponente y le ocasionó «lesiones superficiales en la mejilla derecha», así como la inflamación del ojo derecho y «tumefacción» en la nariz. No le desvió el tabique.

Aunque el camarero tendrá que pagar ahora menos multa (en total 180 euros, pues se le rebaja la cuota a dos euros al día), la indemnización a la víctima permanece invariable: habrá de abonarle 175 euros por el daño físico causado.

A lo que no ha accedido el tribunal granadino es a absolver al condenado, pues avala las conclusiones a las que llegó el órgano que enjuició el altercado. «El hecho de que ya existiera algún roce previo entre estas dos personas (y alguna denuncia también) y que por ello su relación no era precisamente amistosa, no es bastante para dudar de la verosimilitud del incidente, que el acusado no niega aunque trate de reconducirlo a una provocación con tintes racistas por parte del denunciante», subraya la resolución.

La Audiencia Provincial de Granada da así por probada la «tanda de puñetazos y golpes» que recibió la víctima al cruzarse ambos en las escaleras. Por eso solo estima en parte el recurso que interpuso el denunciado y solo cambia la cuantía de la multa impuesta por el juzgado.