Un total de 52 personas se han visto afectadas por alguna intoxicación alimentaria leve entre los meses de julio y agosto, cifra que representa 42 casos más en comparación con el año pasado por estas fechas. Medio centenar de los afectados se sintieron indispuestos tras ingerir algunos platos en un catering de una boda a la que asistieron en julio. Los otros dos afectados presentaron síntomas leves de urticaria al consumir presuntamente latas de atún en mal estado en su domicilio, según apuntaron desde el área de Salud de la Delegación Territorial en Granada.
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Entre los meses de julio y agosto de 2017 se registraron un total de 10 personas afectadas en tres eventos distintos, todas ellas casos de levedad con síntomas como malestar, mareos y náuseas. Las fuentes consultadas señalan que son casos excepcionales y puntuales e indican que de ninguna manera se trata de intoxicaciones producidas en servicios de restauración u hostelería, por lo que los ciudadanos pueden estar tranquilos.
La Asociación de Consumidores y Usuarios en Acción (FACUA) define en su página web la intoxicación por alimentos aquella que se produce a consecuencia de ingerir alimentos contaminados con bacterias comunes. Estos casos suelen ocurrir por carne mal cocinada o productos, como mayonesas, que están al aire libre varios días.
Ante estas situaciones, FACUA recomienda consumir inmediatamente las salsas y no aprovechar la que sobra, especialmente si lleva huevo para evitar posibles casos de salmonelosis. Además, aconseja no romper la cadena de frío en alimentos congelados o refrigerados y conservar a menos de 7ºC en la nevera los productos que no se vayan a consumir inmediatamente.
La asociación de consumidores también recuerda hábitos básicos para evitar las intoxicaciones alimentarias como lavarse bien las manos con agua y jabón antes de manipular los alimentos y mantener la cocina limpia, sobre todo la superficie y los instrumentos con los que se manipulen los productos.
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Además, entre sus consejos destaca respetar la fecha de caducidad indicada en el envase y rechazar los alimentos que se encuentren en envases abombados, oxidados o deteriorados, que podrían afectar la calidad de la comida.
Los síntomas más comunes de una intoxicación alimentaria son náuseas, dolor abdominal y cólicos, vómitos, diarrea, fiebre y malestar general. En caso de padecer estos síntomas tras consumir alimentos en mal estado, FACUA recomienda acudir rápidamente al médico para tratar el caso de forma inmediata. Por otro lado, si se sospecha que la intoxicación puede haberse producido en un local de restauración, aconseja pedir una hoja de reclamaciones para informar a las autoridades competentes.
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