![La reinvención de uno de los edificios más emblemáticos de Granada](https://s2.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2025/02/16/LEAD-COMPANIA-1200X840-kg0F-U230836069566lyD-1200x840@Ideal.jpg)
![La reinvención de uno de los edificios más emblemáticos de Granada](https://s2.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2025/02/16/LEAD-COMPANIA-1200X840-kg0F-U230836069566lyD-1200x840@Ideal.jpg)
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Las campanas de la Catedral tocaron a rebato. Repicaban para despertar a los vecinos de las calles Mesones, Alhóndiga e Hileras y alertar a los bomberos del terrible incendio que devoraba las casas de la manzana central de Granada. La tragedia pudo haber sido aún mayor de no ser por José Ortiz, el sereno, quien, al ver las llamas, golpeó puertas y tocó insistentemente su silbato, asegurándose de que nadie siguiera dormido.
El espectacular incendio, que obligó a desalojar a más de cuarenta familias, se originó en un almacén de la Compañía Granadina, donde se guardaban productos inflamables. Las llamas tardaron doce horas en ser controladas y redujeron a escombros el imponente edificio de esta emblemática empresa, símbolo de una era de desarrollo industrial en Granada que parecía imparable.
Aún hoy se pueden apreciar las huellas de aquel siniestro en las entrañas del edificio. Está cerrado, a la espera del permiso municipal para comenzar la obra que lo va a convertir en un moderno hostel. IDEAL recorre, junto a los arquitectos de este proyecto, las estancias ahora apuntaladas de lo que fue un comercio próspero de farmacia y droguería donde también vivían las familias de sus responsables, tres de los hijos del hombre que creó la Compañía Granadina, Manuel Conde Alcalá.
El pasaje Conde Alcalá une la calle Alhóndiga con Mesones. Sus hijos y nietos se empeñaron en que una calle recordara la figura de este empresario quien llegó a ser uno de los principales contribuyentes a las arcas municipales. Nacido en Alcaudete en 1862, con veinte años llegó a Granada, donde comenzó a trabajar en la mercería de Francisco Teruel. Su buen hacer y dedicación fueron reflejo de una habilidad empresarial que le permitió ascender rápido a puestos administrativos. En 1894, su carrera dio un giro al ser nombrado delegado en Granada de la Compañía de Cerillas y Fósforos, y de ahí a fundar su propia empresa, la Compañía Granadina.
En 1920, Manuel dirigió su negocio a la exportación de esencias de plantas aromáticas como tomillo y romero. Se asoció con Ángel Martínez de la Rosa, propietario de la droguería 'La Argentina', en la calle Alhóndiga y juntos ampliaron la actividad al sector de la droguería, perfumería y a la distribución mayorista de productos químicos y farmacéuticos en Andalucía.
La empresa prosperaba y, en 1932, Manuel Conde adquirió un edificio para ampliar las instalaciones, una antigua casa panadera o almacén de granos del siglo XVII, propiedad del Pósito municipal, que se inauguró en 1935. «Mi abuelo, antes de irse de esta vida, quiso dejarle a cada uno de sus hijos un negocio para poder vivir. Y uno de ellos fue de la Compañía Granadina», cuenta Jorge Conde, nieto de Conde Alcalá e hijo de Rafael, que junto a Francisco, Luis y el socio de su padre, Ángel Martínez de la Rosa, asumieron las tareas de gestión de la empresa. La Compañía Granadina vendía especialidades farmacéuticas y medicinas, productos químicos, productos de uso industrial, perfumería, herboristería, artículos de ortopedia, pinturas o barnices y muchos de ellos se fabricaban en los laboratorios que ocupaban lo que ahora es el edificio contiguo al de la Compañía que linda con el pasaje Conde Alcalá.
Se encargó la construcción al arquitecto Fernando Wilhelmi y el diseño es un referente de la arquitectura racionalista en Granada. «Esta arquitectura traía unos ahorros considerables de costes», explica el historiador del arte Eduardo Zalba, autor del estudio 'Arquitectura desvestida. El edificio de la Compañía Granadina de Industria y Comercio, «porque se les despojaba de todo tipo de adorno, además entroncaba con una corriente moderna. No es extraño que arquitectos jóvenes se sintieran fascinados por estas nuevas líneas tan industriales».
Un edificio histórico
1934
El proyecto inicial contemplaba una planta baja, una planta principal y un cuerpo sobre la esquina
1942
Se elevó el edificio hasta su altura actual
La fachada está recubierta por un aplacado de mármol de Sierra Elvira en planta baja, y pintada de gris en las líneas de cornisa
Las ventanas se disponen en bandas horizontales separadas por azulejos de color verde, subrayando el horizontalismo característico del diseño
La esquina se enfatiza con un gran rótulo en caracteres racionalistas que muestra el anagrama de la Compañía
Una característica notable es la esquina curva que conecta la calle Alhóndiga con la plaza homónima, formando un gran patio interior
1945
El 5 de septiembre se originó un incendio en los almacenes de la Compañía que arrasó toda una manzana de casas
1960
A finales de la década segregó parte de la parcela, recortando el edificio hasta su límite actual, y demoliendo la parte segregada para la construcción de un nuevo edificio. A pesar de estas alteraciones, en el edificio original se conservan a día de hoy elementos decorativos originales como tiradores, luminarias, carpinterías y cerrajería
Alzado del estado actual del edificio
CARLOS J. VALDEMOROS
Un edificio histórico
1934
El proyecto inicial contemplaba una planta baja, una planta principal y un cuerpo sobre la esquina
1942
Se elevó el edificio hasta su altura actual
La fachada está recubierta por un aplacado mármol de Sierra Elvira en planta baja, y pintada de gris en las líneas de cornisa
Las ventanas se disponen en bandas horizontales separadas por azulejos de color verde, subrayando el horizontalismo característico del diseño
La esquina se enfatiza con un gran rótulo en caracteres racionalistas que muestra el anagrama de la Compañía
Una característica notable es la esquina curva que conecta la calle Alhóndiga con la plaza homónima, formando un gran patio interior
1945
El 5 de septiembre se originó un incendio en los almacenes de la Compañía que arrasó toda una manzana de casas
1960
A finales de la década segregó parte de la parcela, recortando el edificio hasta su límite actual, y demoliendo la parte segregada para la construcción de un nuevo edificio. A pesar de estas alteraciones, en el edificio original se conservan a día de hoy elementos decorativos originales como tiradores, luminarias, carpinterías y cerrajería
Alzado del estado actual del edificio
CARLOS J. VALDEMOROS
Un edificio histórico
1934
El proyecto inicial contemplaba una planta baja, una planta principal y un cuerpo sobre la esquina
1942
Se elevó el edificio hasta su altura actual
La fachada está recubierta por un aplacado mármol de Sierra Elvira en planta baja, y pintada de gris en las líneas de cornisa
Las ventanas se disponen en bandas horizontales separadas por azulejos de color verde, subrayando el horizontalismo característico del diseño
La esquina se enfatiza con un gran rótulo en caracteres racionalistas que muestra el anagrama de la Compañía
Una característica notable es la esquina curva que conecta la calle Alhóndiga con la plaza homónima, formando un gran patio interior
1945
El 5 de septiembre se originó un incendio en los almacenes de la Compañía que arrasó toda una manzana de casas
1960
A finales de la década segregó parte de la parcela, recortando el edificio hasta su límite actual, y demoliendo la parte segregada para la construcción de un nuevo edificio. A pesar de estas alteraciones, en el edificio original se conservan a día de hoy elementos decorativos originales como tiradores, luminarias, carpinterías y cerrajería
Alzado del estado actual del edificio
CARLOS J. VALDEMOROS
Un edificio histórico
1934
1942
Se elevó el edificio hasta su altura actual
El proyecto inicial contemplaba una planta baja, una planta principal y un cuerpo sobre la esquina
La fachada está recubierta por un aplacado mármol de Sierra Elvira en planta baja, y pintada de gris en las líneas de cornisa
Las ventanas se disponen en bandas horizontales separadas por azulejos de color verde, subrayando el horizontalismo característico del diseño
La esquina se enfatiza con un gran rótulo en caracteres racionalistas que muestra el anagrama de la Compañía
Una característica notable es la esquina curva que conecta la calle Alhóndiga con la plaza homónima, formando un gran patio interior
1945
El 5 de septiembre se originó un incendio en los almacenes de la Compañía que arrasó toda una manzana de casas
1960
A finales de la década segregó parte de la parcela, recortando el edificio hasta su límite actual, y demoliendo la parte segregada para la construcción de un nuevo edificio. A pesar de estas alteraciones, en el edificio original se conservan a día de hoy elementos decorativos originales como tiradores, luminarias, carpinterías y cerrajería
Alzado del estado actual del edificio
CARLOS J. VALDEMOROS
El proyecto inicial de 1934 remata la esquina con una pieza curva donde estaban las iniciales de la empresa C.G.I.C. «El edificio es una máquina industrial, un diseño expresionista con un característico chaflán redondeado que simula un gran buque, adentrándose en la ciudad», cuenta Zalba.
En las plantas superiores estaban las casas de los propietarios. Luis, que ocupaba la primera planta, con sus 12 hijos; Francisco, la segunda, con siete y el matrimonio de Rafael y Adela, padres de Jorge, vivía en el tercero con sus seis vástagos. Jorge recuerda buscar a escondidas la pelota para que su tía Trini no descubriera que había caído a su patio y, cuando su madre andaba ya cansada de las trastadas del pequeño, mandarlo al despacho del padre en la planta baja del edificio: «Me metía por los almacenes y aquello era inmenso. La cantidad de gente que había allí trabajando era terrible. Había de todo, desde carpinteros, que armaban las cajas de almacenaje, a las telefonistas que me subían en brazos y me dejaban conectar los cables de la centralita».
Salir de lo convencional y convertirse en punto de encuentro. Esta es la filosofía de los hoteles Bastardo, nuevos propietarios de la Compañía Granadina, quienes no solo buscan abrir un moderno hostel, sino convertirlo en un epicentro cultural. «Ya habían hecho en Madrid un hotel con mucha actividad en el centro, cambiando la zona de Tribunal», explica Ignacio de Teresa, arquitecto autor del proyecto de reforma. «Este edificio era perfecto: una zona céntrica y con mucho potencial».
El edificio, inscrito desde 2006 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, fue reformado tras el incendio. Se unificaron las alturas y se incorporaron nuevos elementos. A finales de la década de 1960, se segregó parte de la parcela. «Vamos a recuperar el edificio original de Wilhelmi, sin ningún postizo», explica el arquitecto Miguel Ángel Ramírez, autor del proyecto de remodelación junto a Ignacio de Teresa.
Se conservarán y restaurarán los elementos art decó, como tiradores, rejerías y luminarias, y se ampliará el espacio con el edificio contiguo de los antiguos Álvarez. Para desarrollar un proyecto riguroso, los arquitectos se han documentado sobre la evolución del edificio y han tramitado con Cultura los permisos para eliminar algunos añadidos. El nuevo diseño mantendrá «el patio de manzana original, creando un gran espacio accesible desde la ciudad, que prolongue la plaza con varios patios unidos». En este espacio se desarrollarán actividades culturales como música, arte, cine, poesía y teatro. «Es una dotación que el barrio necesita», concluye Ramírez. «He vivido toda mi vida aquí, en la Trinidad, y antes tenía más vida que ahora», recuerda. Un edificio que se reinventa de nuevo para la nueva industria de Granada: el turismo.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Martin Ruiz Egaña y Javier Bienzobas (gráficos)
Inés Gallastegui | Granada
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