La Asociación de Guías e Intérpretes del Patrimonio de Granada, AGIP, está en tensión. Se sienten amenazados por todos lados. Por un lado, lo que denominan intrusismo profesional, referido en este caso a la «facilidad» que hay en muchos casos para obtener la acreditación de ... guía. Por otro lado, el vacío legal que permite la existencia de los denominados 'free tour', donde además aseguran que se incumplen varios preceptos de la mismísima ley.
Publicidad
En su opinión y desde su experiencia, esta situación de «masificación» en el viejo oficio de explicar Granada –no en vano la asociación atesora décadas de historia y es una de las más antiguas de España e incluso de Europa–, solo redunda en perjuicios para la calidad del servicio y la atención al turismo. «Aquí quien pierde es Granada», señalan un tanto compungidos.
La cúpula directiva de AGIP está formada por Miguel Campos García (presidente), Juan Vera Vico (vicepresidente)y Alfredo Falcón, vocal. Desde su sede en la plaza de Isabel la Católica explican que la situación de los guías de turismo en Granada este verano es bastante buena.«En cuanto a trabajo, no hay queja. Hemos conseguido remontar tras la pandemia, que nos dejó a cero. De hecho, hemos pasado de ser 200 socios a ser 162 actualmente. Muchos no han aguantado y han buscado otra forma de vivir».
Las quejas comienzan cuando explican la situación de la profesión. «La amenaza principal es la masificación». Hablan entonces de la enorme oferta de guías existente y de la facilidad que se propicia para la habilitación como guía de turismo. «El problema es cuando el acceso a la habilitación es sencilla, de forma que Aragón ha expendido más de 6.000 acreditaciones de turismo, de las que solo el 10% trabajan en este territorio. Y la mayoría de ellos se han venido a Andalucía», critican.
Publicidad
Explican que AGIPpertenece a la Federación Andaluza, Nacional, Europea y Mundial. Por ello, «tenemos unas normas de calidad y una formación continua. Nos sorprende que el acceso a nuestra profesión venga por un camino lateral tan sencillo».
La traducción es simple. «Significa que la calidad ha disminuido. Lo que escuchan los turistas no es lo que deberían. A las autoridades turísticas les duelen los oídos de lo que se escucha en las visitas turísticas. Nosotros escuchamos barbaridades. Desde fechas mal puestas hasta datos completamente incorrectos. De hecho, hay guías que se burlan de nuestra historia y de nuestros personajes».
Publicidad
Citan entonces la clásica tontada de que «Isabel la Católica no se lavaba y que por eso se fueron los musulmanes, o que la Catedral no se terminó por problemas económicos, o que la estatua de Colón y la Reina se puso para tapar el edificio de atrás. De hecho, hemos llegado a tener altercados con algunos guías al tener que recriminarles por sus comentarios. Una profesión que es muy cualificada se está devaluando».
Este contexto les lleva a pedir a las administraciones, sencillamente que se cumpla la ley. «Está todo muy claro. Tienen que fijar un precio antes de cada servicio y luego expedir un recibo. Los 'free tour' no hacen ni lo uno ni lo otro», se quejan con amargura. «No sabemos qué hacer más para que nos hagan caso».
Publicidad
Este descenso en la calidad puede apuntar a ser una de las causas de que Granada sea la única capita andaluza que haya perdido turistas en 2023, pero no lo tienen claro. «Nadie lo ha explicado. No sabemos la razón».
Los profesionales de AGIP, sin embargo, constatan que ha vuelto tras la pandemia uno de los grupos de turistas más demandados. «Japón ha vuelto. No con la fuerza de antes, pero sí esta presente. Corea fue el primero en volver. Y están llegando otra vez los chinos. Su nivel de gasto es increíble. Son los que han contribuido que el gasto medio por turista sea el más elevado. He escuchado que en una visita por Andalucía con estancia en Granada se gastan 3.000 euros por persona en una semana».
Publicidad
También son los guías de turismo un buen termómetro para detectar las carencias de Granada en su oferta turística. «Para luchar contra la escasa pernoctación, gran caballo de batalla de Granada, hay que potenciar la vida nocturna», recalcan. Otro ejemplo. «Nos dicen que ya han visto flamenco en Córdoba, Sevilla y Madrid, y quieren saber qué pueden hacer diferente en Granada. No hay nada». Otro más. «Nos preguntan dónde está Lorca, más allá de las exposiciones. Quieren unLorca dinámico, con representaciones teatrales y espectáculos. Tampoco hay prácticamente nada de nada».
Como ellos mismos explican, «la Alhambra, por desgracia, nos da la vida y nos mata. Es el reclamo principal, pero una vez vista la Alhambra, el 80% de las expectativas del turista están cubiertas y hay que hacer un esfuerzo muy grande para que la gente baje a la ciudad».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.